Amos Ariel, el analista militar israelí que escribe para el diario hebreo Haaretz, ha afirmado que el gobierno no debería considerar las cometas de papel utilizadas por el pueblo palestino de la Franja de Gaza contra los asentamientos situados junto a su frontera como un pretexto para llevar a cabo una guerra contra Gaza.
Ariel añadía que "no hay una sóla fuente en el ámbito de la seguridad israelí que crea que la situación en la Franja de Gaza justifica una operación militar". "Es la agresividad que acompaña al liderazgo político de Israel lo que puede estar llevando a una confrontación con Hamás completamente innecesaria".
También ha señalado que la imagen de la situación que se vive en el sur (en referencia a Gaza) es, en distintos estratos de la sociedad israelí, “frustrante y preocupante”, agregando que “ello porque el liderazgo político de Israel ha perdido el vínculo con la realidad, y tiene miedo de reconocérselo a la opinión pública".
Ariel ha explicado que "las cometas han creado un problema de seguridad en las comunidades alrededor de la Franja de Gaza, amenaza que debe abordarse de forma determinada y planeada, pero los incendios causados por estos globos y cometas realmente no han dañado a ningún ciudadano israelí y no deberían causar una guerra".
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Pero, según el analista , "estas cosas no se dicen públicamente. Y, por otro lado, la dirección política israelí está atada por sus precedentes violentos y no son capaces de cambiar su enfoque, acercándonos peligrosamente a una guerra con Hamás completamente innecesaria".
Ariel profundiza en su análisis: "un cúmulo de circunstancias está llevando a Israel a esta situación. Entre ellas destaca el estallido de las tensiones internas entre los tres principales partidos coaligados en la línea de política de extrema seguridad seguida actualmente, los partidos derechistas Likud, Yisrail Beitenu (“Israel es Nuestra Casa”), y Yisrail Hayahudi (“El Israel Judío”)".
Explicando también que "la cobertura mediática de la prensa, que esta mañana hablaba en sus titulares de “halcones ardientes” en un país donde se siguen recordando los atentados suicidas en los autobuses y existe tensión en la opinión pública" se encontrarían entre los otros motivos del posible estallido de esta innecesaria guerra.
"Los políticos leen las encuestas, que muestran una gran “frustración” porque se sigan produciendo conatos de incendio en los alrededores de Gaza y sienten que pueden sacar partido de ello", señala el autor israelí.
El analista militar ha llamado a las autoridades de la ocupación a reexaminar nuevamente todos los escenarios antes de pensar en recurrir a una guerra como las dos últimas acaecidas sobre Gaza, en 2012 y 2014, señalando que "la presión ejercida por Egipto y las Naciones Unidas sobre Hamás puede influir en su voluntad de controlar la cuestión de las cometas. Sin embargo lo preocupante es que existe una creciente preocupación en el sentido de que una confrontación militar puede explotar en cualquier momento debido a tácticas precisas".
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También ha recordado que las fuerzas de seguridad israelíes se unieron hace más de un año en el lanzamiento de una advertencia al gobierno sobre el peligro de la existencia de una crisis humanitaria en la Franja de Gaza y para recomendar medidas económicas destinadas a aliviar la situación en el lugar. Como ejemplo ha señalado la “advertencia estratégica” lanzada por los servicios de inteligencia del ejército israelí a las autoridades políticas respecto a un posible estallido de dura violencia en Cisjordania.
Amos Ariel añade también que "Hamás ha estado marcando el curso de los acontecimientos desde marzo, ello debido a las manifestaciones (“Marchas del Retorno”) que tienen lugar desde entonces en la frontera de separación, pero también con el disparo de cohetes, granadas de mortero y las cometas, encaminándose hacia una posible confrontación".
Sin embargo los daños provocados hasta ahora por las cometas, algunas en llamas, se limitan a algunos terrenos de matorrales del asentamiento de Al Gilaf, uno de los asentamientos israelíes fronterizos con la Franja, no habiendo sufrido las fuerzas de seguridad israelíes ningún daño.
Ariel también señaló que cualquier posible guerra sostenida en el futuro con Hamás terminaría de la misma forma: con el regreso de Israel a negociaciones indirectas con el movimiento palestino para discutir exactamente las mismas cuestiones que, a nivel táctico y a corto plazo, se discuten hoy. Y que son, fundamentalmente, la libertad de movimiento de entrada y salida de la población de la Franja de Gaza y de los bienes de consumo, la cuestión del paso de Rafah, las reglas de juego a lo largo de la valla y el levantamiento del bloqueo.
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Ariel ha asegurado también que: "Netanyahu sabe muy bien cuáles son las acciones políticas que la situación requiere pero teme a la respuesta de la realidad política que lo rodea… dejando al ejército al pie de los caballos y temiendo ser calificado como derrotista".
"Como parece, el gobierno israelí engaña a su ciudadanía porque se ha visto enredado en previas declaraciones populistas y vacías de contenido", concluye el analista hebreo.