Los Emiratos Árabes Unidos están tratando de “subvertir” la democracia en Gran Bretaña a través de su poderoso lobby, según un nuevo informe de Spinwatch. Esta agencia de investigación ha obtenido documentos que revelan cómo miembros de la realeza de Abu Dhabi han tratado de influenciar las decisiones del gobierno en Reino Unido y EE.UU.
En las 50 páginas del informe, Spinwatch detalla cómo EAU llevó a cabo su campaña de imagen, “prometiendo miles de millones a cambio de influencia en EE.UU, infiltrándose en los medios británicos para calumniar a sus adversarios, amenazando con interferir en la actividad de comisiones parlamentarias, comprando la lealtad de políticos con viajes de lujo, donando dinero a think tanks e intentando influenciarlos, tratando de deportar a oponentes políticos, intentando influir en la cobertura de la BBC y protestando contra la libertad de expresión”.
Los autores del informe exponen “un lobby político extremadamente sofisticado, agresivo y clandestino”, cuyo fin es “acabar con la amenaza de la democracia en Oriente Medio”.
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Durante los últimos años, la intensa campaña lanzada desde EAU habría influido las políticas del Gobierno británico con respecto a los musulmanes, así como la política exterior de EE.UU. en Oriente Medio. Emiratos también habría “contaminado la narrativa occidental sobre el islam, reforzando la islamofobia e influyendo de forma negativa la cobertura mediática y la opinión pública en contra de los musulmanes”.
Estas revelaciones proceden de e-mails filtrados a Spinwatch, los cuales “exponen en todo detalle como EAU desarrolló su estrategia de presión en el Reino Unido, así como el increíble esfuerzo llevado a cabo para influir en la prensa británica y cortejar a diputados influyentes”.
La información filtrada también muestra cómo EAU ha intentado utilizar su influencia para ganar terreno en su disputa con Catar.
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El informe también se explaya describiendo cómo Abu Dhabi ha tratado de impulsar una narrativa contraria a los Hermanos Musulmanes, en particular en los círculos más elevados del Gobierno británico. El antiguo primer ministro David Cameron habría sido sometido a una gran presión para investigar a los Hermanos Musulmanes. En caso de negarse a tomar medidas en contra del grupo islamista, Cameron habría perdido importantes contratos para la compra-venta de armamento y petróleo.
Existen sospechas de que la investigación por parte de Cameron de los Hermanos Musulmanes en 2014 fue resultado de las presiones del lobby pro-EAU. El informe final fue ampliamente criticado, incluso por la Comisión de Asuntos Exteriores, que “caracterizó a los Hermanos Musulmanes egipcios como a un grupo fundamentalmente no violento”.
El lobby pro-EAU también habría impulsado a Gran Bretaña a ignorar las atrocidades cometidas por el ejército egipcio bajo el mando del entonces ministro de defensa y ahora presidente Abdel Fattah Al-Sisi, tras el golpe de estado de 2013.
Otro objetivo de la campaña de EAU fueron los miembros de la familia real catarí, a los que se trató de vincular con el terrorismo. Aparte de su intento de subvertir la democracia, quizá el efecto más dañino para la cohesión social de los esfuerzos de Abu Dhabi ha sido su impulso a la demagogia anti-musulmana. Según el informe de Spinwatch, la histeria difundida por los medios británicos con respecto a los Hermanos Musulmanes ha empeorado la percepción de los musulmanes en su conjunto.
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