Un alto funcionario catarí que supervisa labores de reconstrucción en la Franja de Gaza ha dicho a Al Jazeera que el Gobierno de Trump no tiene “nada que ofrecer” a Cisjordania y está centrando sus esfuerzos en el enclave sitiado.
Mohammed Al-Emadi es el director de un comité de reconstrucción cuyo fin es la administración de un fondo de 407 millones de dólares donados por el jeque Hamad Bin Jalifa Al Thani para reparar la infraestructura dañada en 2012. En una entrevista publicada el martes por la cadena catarí, Emadi hizo referencia a una serie de asuntos clave.
En referencia a la reciente visita a Doha de los representantes de la Casa Blanca Jared Kushner y Jason Greenblatt, Emadi reveló que habían “propuesto proyectos en Gaza”, relacionados con “electricidad, suministro de agua, creación de empleo, facilidades de acceso, [e] internet 5G”.
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Los cataríes, por su parte, explicaron a Kushner y a Greenblatt que para que estos proyectos funcionasen “es necesario obtener el acuerdo de los israelíes”, y que el problema en este sentido es que “Israel dice que solamente va a tratar con la AP [Autoridad Palestina], y con nadie más”.
Ante la pregunta de por qué EE.UU. está estudiando vías para ayudar a Gaza, y de si esta ayuda formaría parte del “acuerdo del siglo”, Emadi respondió: “Mi opinión personal es que todo el poder está ahora en Gaza. Los americanos piensan que primero deben resolver los problemas en Gaza, y después ocuparse de Cisjordania”.
“En cuanto a Cisjordania, no tienen nada que ofrecer. No tienen nada que ofrecer en términos de desarrollo. Es por eso que Gaza es muy importante. Además, Gaza cuenta con poder militar y emplea la doctrina de la disuasión. La cantidad de cohetes que tiene Hamás es ahora probablemente 50 veces mayor a la que tenía en 2014,” manifestó Emadi.
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Según el funcionario, “se ha perdido la confianza entre Hamás y Egipto,” mientras que “Catar es creíble para ambas partes [Hamás e Israel] y es por eso que se le respeta”. No obstante, añadió que “la posición de los egipcios es fuerte porque controlan la frontera con Gaza y, sin ellos no se puede conseguir nada”.
Emadi calificó la situación en la Franja de “muy mala”, señalando que “la economía se está hundiendo por la falta de efectivo y de inversiones”.
“Las cosas estaban un poco mejor antes, porque la Autoridad Palestina pagaba los sueldos de los funcionarios en Gaza, por valor de más de 100 millones de dólares; de la UNRWA fluían otros 20 millones. Pero la AP ha cortado los pagos a los empleados de Gaza, y la URNWA ha reducido la financiación, lo que ha hecho empeorar la situación económica”.
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