El Centro de Asistencia Legal y Derechos Humanos de Jerusalén ha revelado que desde inicios de 2018 Israel ha demolido 63 edificios palestinos en Jerusalén.
En un informe publicado el martes, el Centro denunció que 51 palestinos, entre ellos 21 menores de edad, han sido desplazados a consecuencia de las demoliciones, la mayoría de las cuales tuvo lugar en los distritos de Al-Issawiyeh y Silwan.
Según el informe, las autoridades israelíes demuelen hogares palestinos para forzar a los residentes a abandonar la ciudad sagrada. Las políticas de construcción y planificación urbana israelíes están diseñadas para presionar a los palestinos para que dejen Jerusalén.
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Decenas de miles de los residentes palestinos viven con la amenaza de que sus hogares sean destruidos por el hecho de haber sido construidos sin autorización. Sin embargo, las autoridades municipales se niegan de forma sistemática a extenderles estos permisos.
Según el informe, la planificación urbana forma parte de una política israelí más amplia cuyo fin es expulsar a los palestinos de Jerusalén para obtener superioridad demográfica. El documento señala asimismo que las autoridades israelíes continúan deteniendo de forma arbitraria a palestinos y restringiendo su derecho a la reunificación familiar, como parte de la presión para obligarles a marcharse.
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