Unos 800 miembros de la organización de defensa civil siria “Cascos Blancos” fueron evacuados junto con sus familias del suroeste de Siria el domingo. Con el fin de protegerles de la actual ofensiva del régimen en la región, Israel intervino para trasladarles a Jordania.
El ejército israelí apuntó en un comunicado que se trataba de “una iniciativa humanitaria para rescatar a miembros de una organización civil siria y a sus familias (…) debido a un riesgo inmediato para sus vidas”.
El comunicado señalaba también que fueron trasladados a un país vecino sin identificar, y que la evacuación fue realizada a petición de EE.UU. y de varios países europeos.
Según medios israelíes, se trata de miembros de los Cascos Blancos. Denominada oficialmente Defensa Civil Siria, la organización es conocida por sus distintivos cascos y por operar un servicio de rescate en las zonas bajo control rebelde.
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Según la agencia oficial de noticias jordana, el reino “autorizó a las Naciones Unidas a organizar el pasaje de unos 800 ciudadanos sirios a través de Jordania hacia países occidentales a través de un programa de relocalización”.
La agencia jordana también confirmó que se trataba de miembros de la defensa civil que habían huido de zonas controladas por los rebeldes ante la ofensiva del ejército sirio.
La misma fuente reveló asimismo que Reino Unido, Alemania y Canadá habían acordado relocalizarles en el curso de tres meses.
El ejército sirio, con el apoyo de la fuerza aérea rusa, ha hecho avances en los márgenes de la provincia de Quneitra después de haber eliminado el mes pasado de la vecina Daraa a los rebeldes que un día contaran con el apoyo de EE.UU., Jordania y los estados del Golfo.
Con esta ofensiva, el Gobierno sirio ha recuperado el control de parte del sudoeste del país, una zona estratégica en la frontera con Jordania e Israel.
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