El Ministerio de Asuntos Exteriores de Siria declaró el lunes que “el contrabando por parte de Israel de cientos de cascos blancos en cooperación con Jordania y los gobiernos occidentales revela el apoyo que estos países ofrecen a los grupos terroristas”.
Según la Syrian Arab News Agency (“Agencia oficial de noticias árabe siria, SANA), una fuente oficial de alto grado del Ministerio de Asuntos Exteriores sirio ha dicho que “esta operación criminal ejecutada por Israel y sus herramientas en la región expone la verdadera naturaleza de la organización que llaman “cascos blancos”. Siria ha dicho repetidamente que suponen un peligro para la seguridad y la estabilidad en su territorio y en la región por causa de su naturaleza terrorista”.
La misma fuente ha declarado: “Durante mucho tiempo se ha dicho que Israel miente cuando dice que no tiene relación con la guerra de Siria. Esta acción consistente en pasar “de contrabando” a cientos de miembros de los “Cascos Blancos” y otros líderes de organizaciones terroristas armados en colaboración con los gobiernos de Estados Unidos, Gran Bretaña, Jordania, Alemania y Canadá lo que hace es revelar el apoyo proporcionado por estos países a los grupos terroristas en su agresión contra el pueblo sirio y las infraestructuras destruidas en Siria. Para provocar esta destrucción se han utilizado pretextos que han quedado expuestos tras esta operación de “contrabando” de estos terroristas a Israel primero y luego a Jordania y a los mismos países que les han patrocinado y proporcionado la posibilidad de destruir Siria y siguen escorados hacia su posición y su relato de los hechos”.
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La fuente añadió que "no hay palabras de condena suficientes para expresar la indignación que siente el pueblo sirio respecto a estas sórdidas maniobras y de la ilimitada asistencia técnica proporcionada por los países occidentales, Israel y Jordania para organizar las organizaciones de los Cascos Blancos y las bandas Daesh, Al Nusra, y esas otras organizaciones terroristas que han estado durante ocho años intentando desviar a Siria de su sendero y destruir los logros conseguidos”.
También ha asegurado que “no va a ser aceptable en el futuro que se celebre cualquier reunión o diálogo en la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas u otras organizaciones internacionales para debatir sus falsas afirmaciones sobre el uso de armas químicas en Siria”. Y ha llamado a las organizaciones internacionales especializadas en la lucha contra el terrorismo y a la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas a corregir sus posiciones y la imagen que mantienen y a aceptar el papel destructivo desempeñado por los Cascos Blancos y otras organizaciones hermanas. Según el Ministerio de Asuntos Exteriores jordano 422 ciudadanos sirios ingresaron en Jordania el domingo y se encuentran a la espera de ser reasentados en los países occidentales.
Así, el portavoz oficial del ministro de Asuntos Exteriores jordano, el embajador Mohammed al-Kayed ha explicado que en una operación de Naciones Unidas el gobierno jordano permitió el paso de estos ciudadanos sirios por su territorio después de que tres países occidentales, Gran Bretaña, Alemania y Canadá, presentaran por escrito un compromiso oficial y vinculante para proceder a su reasentamiento.
Al-Kayed ha señalado también que el número de refugiados a los que se ha autorizado atravesar Jordania para ser posteriormente reasentados por estos tres países era inicialmente de 827, pero que este número ha quedado en 422 ciudadanos sirios, y ha explicado que los que ya han ingresado en el territorio jordano se encuentran ahora en un emplazamiento cerrado y allí permanecerán hasta que se proceda a realizar su reasentamiento.
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También ha señalado que su extracción del territorio sirio se ha llevado a cabo debido al peligro que pende sobre sus vidas y que el consentimiento jordano otorgado a la solicitud de esta operación se ha debido a razones puramente humanitarias. Estos ciudadanos sirios, los Cascos Blancos o miembros de la llamada Defensa Civil Siria, son voluntarios que han trabajado durante años en áreas controladas por la oposición realizando labores de rescate y primeros auxilios en zonas golpeadas por los ataques aéreos o artilleros del régimen sirio. Su número se estima en unos pocos miles de personas.
La labor de este cuerpo de voluntarios es muy controvertida, en tanto que son parte de la oposición y sólo operan en zonas opuestas al régimen que son, por otra parte, las zonas destruidas y sometidas a bombardeos desde hace siete años en tanto que es el régimen sirio el que tiene aviación y artillería pesada.
Sus detractores, que suelen ser defensores a nivel local o internacional del régimen sirio, critican su parcialidad en el conflicto y tienden a descalificarlos considerándolos parte del entramado “terrorista” con el que descalifican a toda la oposición. Sus defensores, que suelen ser entidades locales o internacionales enfrentadas a ese régimen, los alaban y defienden aduciendo que han salvado decenas de miles de vidas, y que por participar en el conflicto sin armas son una suerte de autoridad moral. Tras el ataque lanzado por el ejército sirio y sus milicias aliadas contra uno de las posiciones que la oposición mantiene en el sur de Siria, alrededor de la ciudad de Dera, muchos de ellos han huido hacia el Golán ocupado.
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