Ayer Jordania exigió a Israel que posiera fin inmediatamente a sus “violaciones” contra la mezquita de Al-Aqsa, en Jerusalén, responsabilizando a Israel de la seguridad de los fieles palestinos. La portavoz del gobierno jordano, Jumana Ghneimat, emitió este llamamiento en respuesta a los ataques contra los fieles por parte de las fuerzas de seguridad israelí dentro del complejo de la mezquita de Al-Aqsa.
Ghneimat condenó las “constantes provocaciones israelíes en el complejo de la mezquita, incluida la entrada a la fuerza en la mezquita por parte de la policía israelí y su ataque contra los fieles palestinos y empleados de la Autoridad de Donaciones Religiosas”. “Estas prácticas violan la santidad de este lugar sagrado, no respetan los sentimientos de los musulmanes de todo el mundo ni las obligaciones legales de Israel como potencia colonizadora en Jerusalén Oriental”, añadió.
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Gneimat describió los acontecimientos de Al-Aqsa como “una violación de las convenciones internacionales que resaltan la necesidad de respetar los lugares de culto”. Docenas de palestinos han resultado heridos hoy después de que las fuerzas israelíes entraran en el complejo de la mezquita de Al-Aqsa, en Jerusalén Oriental, y empezaran a atacar a los fieles musulmanes, según relatan los oficiales locales. A finales del año 2000, la visita a Al-Aqsa del controvertido político israelí Ariel Sharon hizo estallar un levantamiento popular contra la colonización israelí en el que miles de palestinos perdieron su vida.
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