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Resistencia, asentamientos y menores de 18 años

La adolescente palestina Ahed al-Tamimi (C) sostiene una conferencia de prensa con su madre Nariman Tamimi (no vista) y su padre Basil Tamimi (no visto) en la aldea Nabi Salih de Ramallah, Cisjordania el 29 de julio de 2018 [Issam Rimawi / Anadolu Agencia]

Los niños resisten en el corazón de la lucha entre Israel y Palestina. Pero, mientras que el terrorismo de los colonos está organizado y patrocinado por el régimen en Tel Aviv, la resistencia palestina es el fruto personal de cada uno.

Leer: Un tribunal israelí prolonga la detención de Khater

El pasado jueves, Mohammad Tareq Yousef, del pueblo palestino de Kobar (al noroeste de Ramalá), entró en un asentamiento llamado Adam (al sudeste de Ramala y Al-Bireh) y apuñaló a un grupo de colonos antes de ser asesinado. El Estado israelí respondió inmediatamente con una ronda de asaltos y demoliciones en Kobar.

De este mismo pueblo procede un joven llamado Omar Al-Abed, que el año pasado entró en un asentamiento llamado Halamish.

Además, el asentamiento de Adam también es el punto de procedencia del grupo de colonos que secuestró a Mohammad Abu Khudair (de 16 años) de Jerusalén y le quemaron vivo, asesinándole hace ahora cuatro años.

Al menos dos colonos menores de 18 años de este asentamiento participaron en este crimen. Un año después, también en julio, el hogar de la familia Dawabsheh, en el pueblo de Duma, al sur de Nablús, fue incendiado.

El padre, la madre y Ali, de 18 meses, fueron quemados vivos. Uno de los colonos condenados por este caso era menor de 18 años.

Los colonos del asentamiento de Adam fueron llevados a juicio, pero el propio asentamiento no sufrió ninguna consecuencia. De hecho, se han realizado varias construcciones, redes de carreteras, túneles y fortificaciones dentro y alrededor del mismo. Tras el apuñalamiento a manos de Mohammad Tareq, el ministro de Defensa israelí, Avigdor Lieberman, anunció la creación de 400 unidades de asentamientos como respuesta.

Cuando Omar Al-Abed llevó a cabo su ataque el año pasado (durante la misma semana que Mohammad Tareq), tenía 19 años. Las fuerzas israelíes hicieron varias redadas en Kobar. Se excavaron zanjas en las calles para impedir el acceso al pueblo. Además, la casa de su familia fue demolida y docenas de colonos atacaron Kobar con apoyo del ejército israelí (por supuesto, no les pasó nada parecido a los que asesinaron a la familia Dawabsheh ni en Adam).

En respuesta, el pueblo de Kobar y sus zonas circundantes se enfrentaron al ejército y a los colonos con sus propias manos. Probablemente el joven Mohammad Tareq era uno de los que experimentó las redadas y se enfrentó a ellas.

No está claro por qué eligió el asentamiento de Adam, lejano a Kobar y un lugar en el que es difícil infiltrarse. ¿Fue para vengar a Abu Khudair?

Esta semana, los medios publicaron una fotografía de decenas de niños colonos judíos vistiendo uniformes, saltando y haciendo gestos provocativos para celebrar la toma de los colonos de una casa palestina en la ciudad de Hebrón.

Si uno va a las zonas colonizadas de Hebrón, encontrará a niños colonos (algunos de sus padres emigraron desde Estados Unidos) jugando bajo la supervisión de los soldados israelíes las 24 horas del día.

Esta semana, Ahed Tamimi, que aún no tiene 18 años, fue liberada tras haberse convertido en un símbolo de la resistencia pacífica contra la ocupación. Si buscan fotos de los niños de Hebrón, encontrarán vídeos, o lo podrán ver con sus propios ojos si van a la ciudad, un número infinito de casos de detenciones de niños menores de 10 años (no sólo menores de 18), y los soldados y colonos abusando de ellos físicamente.

Estas son organizaciones y redes de colonos respaldados por el ejército que ofrecen protección y apoyo a sus familias y asentamientos. Son una forma de castigo colectivo contra los palestinos. Por otra parte, existen reacciones y respuestas individuales por parte de los niños y jóvenes palestinos, a pesar del castigo colectivo.

Existe una organización de asentamientos respaldada por clérigos conocida como la Juventud de la Colina, cuya misión es atacar a los palestinos. Además, los hijos de los colonos tienen organizaciones que les animan a asesinar colectivamente. Mientras que los niños palestinos responden individualmente, su entorno no, y lo peor aún está por llegar.

Leer: Si los palestinos son culpables de incitación al odio, ¿a qué equivale entonces la ocupación israelí?

Las opiniones expresadas en este artículo pertenecen a su autor y no reflejan necesariamente la política editorial de Monitor de Oriente.

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