Poca gente en el mundo árabe y en Palestina había oído hablar de Darin Al-Tatur antes del pasado martes. Esta poeta palestina raramente llamó la atención de los críticos, o revistas literarias, hasta que un tribunal en Nazaret decidió sentenciarla a cinco meses de prisión. Su casa en la parte alta de Galilea fue atacada frecuentemente por fuerzas de seguridad israelíes y ella fue intimidada durante los últimos treinta meses. Su delito: escribir un poema, en 2015, instando a los palestinos de Cisjordania a resistir frente a la ocupación israelí.
Darin es una de las palestinas que permaneció en casa cuando el movimiento sionista ocupó Palestina y decidió establecer un estado y una patria en él. Ella, como el otro millón y medio de palestinos que vivían en Israel, son denominados simplemente como "árabes", por la autoridades. Ella y el resto de su comunidad fueron forzados a mantener la ciudadanía israelí. Le fue negada la libertad de lamentar la destrucción de su patria y la tragedia de su gente, y le fue pedido celebrarla en su lugar, bajo el nombre de “Día de la Independencia Israelí”.
El día 2 de junio de 2014, un grupo de jóvenes israelíes secuestraron a un niño palestino, Mohammed Abu Khdei, mientras estaba andando cerca de una mezquita para llevar a cabo sus plegarias matutinas, le metieron en un coche y le llevaron a un bosque donde le golpearon y le forzaron a tragar gasolina, le vertieron más encima y le prendieron fuego. Su familia informó inmediatamente a la policía local de su desaparición. Su cuerpo carbonizado fue encontrado pocas horas después.
A finales de junio de 2015 en el pueblo de Duma en la Cisjordania ocupada, una bomba incendiaria fue tirada a la casa de una familia palestina. Un niño de dieciocho meses, Ali Dawabsheh, y sus padres perecieron en el ataque incendiario provocado a su casa, su hermano, de cinco años de edad, sobrevivió pero con lesiones mortales. Los atacantes fueron colonos israelíes extremistas.
Darin reaccionó ante estos delitos y escribió un poema pidiendo a su gente que no se rindiera y perdiera la esperanza, dice así en una publicación en Facebook: “Resistid mi gente, resistid…”.
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Mientras que los asesinos de la familia Dawabsheh están sentenciados a arresto domiciliario, y el asesino de Abu Khdeir estuvo a punto de escaparse de una cadena perpetua por ser diagnosticado como mentalmente enfermo, Darin ha recibido cinco meses de prisión.
Esta semana seis palestinos fueron arrestados por razones similares. El líder islámico Raed Salah, uno de los dirigentes comunitarios más destacados, fue sentenciado a meses de prisión por denunciar las agresiones israelíes sistemáticas continuas en la mezquita Al-Aqsa, el tercer sitio más sagrado de la comunidad musulmana.
Sin embargo, esta es la clase de presión que conllevó la aparición de las figuras literarias palestinas más prominentes como Mahmoud Darwish, Samih Al-Qasim, Tawfiq Ziad and Emile Habibi.Muchos israelíes ciertamente no sabían lo cruel que es en realidad la criatura llamada “el Estado de Israel”, hasta recientemente. Muchos de ellos realmente creían que esto era una excepción, un rayo de luz en la oscuridad de Oriente Medio.
Los autoproclamados izquierdistas, y la comunidad drusa palestina, repentinamente se dieron cuenta de que vivían en un estado judío, donde el idioma árabe ya no era reconocido como oficial, y la autodeterminación está garantizada solo a judíos, incluso si nunca han visto el país en su vida.
Los laicos le están perdiendo terreno día a día a los judíos religiosos, los cuales ahora ocupan muchos puestos en el ejército y otras organizaciones estatales. ¿Está cambiando Israel o simplemente está exponiendo su verdadera cara? Mucha gente difiere ampliamente en esta cuestión, pero si no hay igualdad en la ley, a la gente se le prohíbe expresar sus opiniones, “alguna gente es más igual que otra”, la religión determina si eres ciudadano o no, entonces no es ni un estado democrático ni un estado moderno.
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Siempre he considerado que Israel no necesita enemigos, el primer ministro Benjamin Netanyahu y sus similares son los peores enemigos con los que Israel puede soñar. Su cabezonería, su falta de visión estratégica, su estupidez y su falta de integridad moral llevará a Israel a su perdición final. Lo que Israel parece no ser consciente es que la discriminación es como un remolino, comienza siendo grande pero termina tan pequeño que puede tener capacidad para Netanyahu. En ese sentido, los israelíes deberían agradecer a los palestinos, puesto que sin un enemigo exterior, estarían obligarse a eliminarse el uno al otro.