Una co-fundadora de Ayuda Médica para los Palestinos, la doctora Swee Ang, se encontraba a bordo del Al-Awda rumbo a Gaza con el fin de romper el bloqueo, cuando fuerzas israelíes asaltaron la embarcación.
En su testimonio, Ang describe el violento tratamiento que los activistas desarmados sufrieron a manos de los soldados israelíes en aguas internacionales.
Tras abordar el Al-Awda, los militares “retorcieron los brazos de los participantes,” “levantaron” y “empujaron” a otros para abrirse paso y utilizaron tásers con todos aquellos que no pudieron reducir de inmediato, explicó Ang.
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El Al-Awda fue confiscado por las fuerzas israelíes el 29 de julio, después de que éstas cercaran el barco y detuvieran a sus tripulantes. El capitán fue brutalmente golpeado durante el proceso. “Lanzaron a Herman contra la pared de la cabina de mando y le dieron puñetazos en el pecho,” describe Ang.
“Si hubiéramos sido palestinos,” admite, “hubiéramos sufrido mucho más que agresiones físicas, y probablemente se hubieran perdido vidas. La situación para los palestinos es extremadamente dura”.
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