El dirigente del movimiento islamista tunecino Enahda, Rashid Ghannouchi ha asegurado que “hay conspiradores (de los que no ha facilitado la identidad) que trabajan para frenar el progreso de la revolución tunecina”. Así mismo, el histórico dirigente islamista ha calificado la revolución tunecina como "una materialización de las diversas esperanzas y sueños de progreso que alberga el pueblo musulmán".
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Estas declaraciones se produjeron en el transcurso de un simposio que, bajo el epígrafe El Mundo Islámico – Modelos de Cooperación y Visión de Futuro, y organizado por la Plataforma de Voluntarios de Anatolia para la educación y el Apoyo Mutuo, se celebró en la provincia de Afiyyun Qarah Hisar, al oeste de Turquía.
Ghannouchi señaló también que en Túnez se vivió y se vive una revolución por la libertad desde que en 2011 fuera derrocado el régimen de Zine al-Abidine Bin Ali. Según sus palabras esto se ha conseguido “a través de la lucha por materializar un conjunto de valores islámicos y humanos que se entrelazan entre sí”.
También ha asegurado que “en Túnez no sólo comenzaron las revoluciones de la Primavera Árabe, sino que además ha conseguido preservar su revolución hasta hoy”.
También ha incidido en que la juventud que consiguió derrocar a aquel régimen dictatorial que era el régimen de Ben Ali ha colaborado en la instauración de un sistema democrático con una referencia, en su opinión, en "los valores islámicos".
En contexto semejante, el presidente del movimiento An Nahda señaló que el islam “es por su naturaleza una religión mundial” y que “no hay ninguna ciudad medianamente grande en el mundo en la que no haya actividad islámica”.
También opinó que los sistemas dictatoriales están entre las principales razones que impiden que la religión islámica se difunda por el mundo.
Este dirigente de An Nahda señaló también que el islam “no es una religión por sí misma sino una forma de sociedad”, además de “una comunidad, una civilización y una cultura”.
Ghannouchi incluyó una referencia a que la ciudad de Medina, en la actual Arabia Saudí, era en tiempos del profeta Muhammad un lugar multicultural en la que vivían y convivían diferentes grupos religiosos en respeto y pluralidad”.
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