Repasando anécdotas personales con análisis detallados del impacto psicológico de la vida en Palestina, la psiquiatra, psicoterapeuta y escritora prolífica, la Dra. Samah Jabr narra sus ideas sobre lo que significa la resistencia y la resiliencia en el contexto de la realidad palestina.
La película comienza con Samah Jabr narrando la historia de cómo, un día camino a la Universidad An-Najah en Nablus, es detenida en un puesto de control. El soldado israelí de turno apuntó con un arma por la ventana, directamente a su mochila, y procedió a pedirle sus documentos. Samah explica durante una reunión a un grupo de mujeres que esta experiencia no fue de ninguna manera la peor por la que podría pasar un palestino, y como tal el umbral del miedo de los palestinos es marcadamente diferente al de otras personas, que no están acostumbradas a ser usadas como instrumentos estratégicos de control en su vida cotidiana. La psiquiatra va más allá en este planteamiento, y afirma que aunque muchos palestinos pueden relacionarse con sus vecinos israelíes, colegas o contrapartes a nivel individual, la dicotomía aparentemente interminable de sus respectivas realidades cotidianas significa que "cuanto más respiran [los] israelíes, más se ahogan los palestinos".
El análisis del efecto de esta realidad es tema central de Más allá de las fronteras, una película documental dirigida por Alexandra Dols. Trabajando en francés, inglés y árabe, la Dr. Jabr narra el efecto de la colonización en varias generaciones de palestinos, a las que ella y otros han llamado la actual Nakba. Samah explica que esta continuación del trauma, que comenzó en 1948, contribuye a que el trauma pasa de generación en generación en la sociedad palestina, y hasta el palestino más individualista o apolítico se ve afectado por sus consecuencias. Ella señala que si bien muchos trastornos psicológicos son condiciones médicas claramente categorizadas, no hay una etiqueta para lo que experimentan los palestinos que viven bajo un sistema que a menudo busca reducir, anular o incluso negar su identidad.
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La Dr. Jabr señala la continua colonización israelí de Cisjordania y Gaza como un determinante clave de esta situación, pero también sugiere que los políticos palestinos y los líderes de la comunidad no están haciendo lo suficiente para combatir los efectos psicológicos de tal situación. Destaca muchos casos en los que la retórica del terrorismo, utilizada por la comunidad internacional para condenar los levantamientos palestinos y los métodos de resistencia, también es adoptada por los líderes palestinos. Esto demuestra que dicha retórica ha sido internacionalizada por la sociedad palestina, lo que a su vez contribuye a dificultar el desarrollo de la identidad e impide encontrar la liberación de lo que Samah ha llamado una "prisión mental".
La película también documenta las voces de los palestinos de todo el espectro político y geográfico, desde Abaher al-Sakker y Rula Abu Duhou, ambos profesores de la Universidad de Birzeit cerca de Ramallah, hasta Ghadir al-Shafie, una ciudadana palestina de Israel que coodirige el Organización Palestina de Mujeres Homosexuales Aswat. Cada uno plantea muchos problemas, desde la fragmentación de la sociedad palestina a través de una intrincada red de permisos y tarjetas de identificación, hasta la forma en que se congela el lugar y el tiempo para los encarcelados, tanto dentro del sistema de detención militar como dentro del marco más amplio de control de la colonización. Al-Shafie destaca el problema del pinkwashing, el término dado a la práctica de los estados que se presentan a sí mismos como gay-friendly y progresistas, a fin de minimizar o restar valor a sus acciones negativas en otros ámbitos. El término es aplicado con frecuencia al Estado de Israel. Ella cree que la lucha por la igualdad va de la mano con la lucha de la sociedad palestina contra la colonización, y la interseccionalidad de estos aspectos debe ser reconocida.
Reflexionando sobre la situación, la Dr. Jabr utiliza la analogía de "falsos pavos reales y pequeñas amapolas rojas", refiriéndose a aquellos en posiciones de poder que miran desde lo alto a los palestinos y a su sociedad. Ella explica que, al igual que las amapolas rojas que crecen en las colinas y en los valles, los palestinos pueden tener vidas breves y frágiles, pero también tienen una capacidad colectiva para revolucionar a los "oprimidos de la tierra". Samah habla de una sociedad palestina forjada con dolor pero no con desesperación, desilusión, amargura, y la creencia de que siempre habrá amapolas rojas incluso en la tierra arrasada. La internacionalización de la inferioridad ha llevado a los palestinos a una pérdida colectiva de la capacidad de expresar el dolor. ¿Y el antídoto? Recordar a los palestinos siempre como luchadores por la libertad, y no por la venganza.
Este es un enfoque original para explorar las complejidades de la vida de los palestinos. Más allá de las fronteras ofrece una visión única de los efectos poco discutidos de la colonización de Palestina. La combinación de entrevistas sinceras con una fotografía bellamente filmada hace que la película sea una visita obligada para cualquiera que busque entender la resistencia continua del pueblo palestino.