Mishaal Al-Salami, el Portavoz del Parlamento Árabe, envió ayer cartas a los presidentes de los tres parlamentos que han declarado la intención de transferir sus embajadas de Tel Aviv a Jerusalén. Los países que han anunciado tal decisión son por el momento Rumanía, Honduras y Togo.
En la misiva, Al-Salami expresa su profundo pesar por la intención de trasladar las embajadas, y pide a las tres naciones que reconsideren su postura. Además, las insta a reconocer al Estado de Palestina, con las fronteras previas a 1967 y con Jerusalén como su capital.
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El Portavoz añade que cualquier decisión o acción encaminada a alterar el carácter o la composición demográfica de la Ciudad Sagrada carece de efectos legales, de acuerdo con las correspondientes resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.
Además, la Resolución de 21 de diciembre de 2017 insta a la comunidad internacional a no establecer misiones diplomáticas y a no reconocer ninguna medida o procedimiento contrario a estas resoluciones.
Al-Salami pide a los presidentes de los parlamentos que urjan a sus respectivos gobiernos a obedecer a las resoluciones de la ONU, a la Iniciativa Árabe de Paz de 2002 y al derecho internacional.
También hace referencia a las resoluciones de la Asamblea General y del Consejo de Seguridad de la ONU, y a la opinión legal del Tribunal Internacional de Justicia del 9 de julio de 2004 sobre el Muro del Apartheid. Todas ellas reconocen la necesidad de preservar el estatus legal e histórico de Jerusalén y la consideran una parte integral de los territorios palestinos ocupados en 1967.
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