Los servicios de inteligencia israelíes han impedido la entrada en Israel de 250 personas en lo que va de año, según reveló ayer el periódico israelí Haaretz.
Según el diario, la mayoría de las personas a las que se les prohibió el ingreso eran musulmanes, procedentes tanto de países árabes como de Europa y de EE.UU., que llegaron al país a través del aeropuerto Ben Gurion en Tel Aviv, del paso fronterizo de Taba (con Egipto) o del paso fronterizo del puente Allenby (con Jordania).
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Después de interrogarles, los agentes del Shin Bet les prohibieron la entrada a territorio israelí por considerarles sospechosos de terrorismo, espionaje o actividades políticas subversivas.
En julio se le prohibió la entrada a Israel a una famosa activista judía estadounidense, Ariel Gold, debido a sus lazos con el movimiento por el Boicot, la Desinversión y las Sanciones (BDS). Gold aterrizó en el aeropuerto Ben Gurion de Tel Aviv, donde permaneció retenida hasta las 11 de la noche. A esa hora la informaron de que se le denegaba la entrada, pese a contar con todos los documentos necesarios.
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