En un artículo anterior, escribí que Trump ha metido al mundo en un difícil curso de preparación para un mundo post-dominación estadounidense tras la retirada diplomática de Estados Unidos en los dos mandatos de Obama y el comportamiento impredecible de Trump respecto a sus aliados y enemigos. Hemos empezado a ver aspectos políticos internacionales que no están necesariamente liderados o dominados por Washington, y, aunque EE.UU. sigue siendo la fuerza militar más grande y con mayor influencia en la comunidad internacional, a día de hoy, su posición e impacto son bastante diferentes a los de los años 90, cuando ninguna crisis del mundo podía resolverse sin pasar por las puertas de la Casa Blanca.
En una conversación telefónica entre Macron y Erdogan, el presidente francés expresó el apoyo de Francia hacia Turquía y su interés en la estabilidad de Ankara. Por supuesto, esto sólo pretende explotar la crisis entre Ankara y Washington, que Trump ha instigado sin ninguna razón aparente, mientras que a Francia, que pretende recuperar su posición global, no le importa expresar una postura contraria, en este caso, a la de Washington para fortalecer su imagen como un aliado sólido.
Por otra parte, la coordinación entre Turquía y Rusia se ha incrementado, y Qatar, que tiene una relación cercana con Washington, apoya directamente a la economía turca, enfatizando la relación estratégica entre ambas partes. Frente a todo esto, la Casa Blanca parece indiferente, o, al menos, parcialmente en silencio, ya que Washington ya no está en la misma forma diplomática que en el pasado, después de que el Departamento de Estado recibiera varios golpes consecutivos. Sin embargo, lo más importante es la ignorancia del gobierno de Trump sobre lo que sus acciones significan en términos de presencia internacional estadounidense.
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A día de hoy, los aliados tradicionales de Washington en Europa y Asia están entre los países que diseñan proyectos alternativos a una alianza con Washington y que intentan protegerse de la tormenta mientras esperan a un gobierno más racional. Sin embargo, lo que se esconde en las profundidades es más peligroso que lo de la superficie, ya que, a lo largo de la última década, se ha producido un declive americano en el panorama internacional, y, a pesar de que el fin de la dominación de EEUU tiene sus beneficios, requiere de un análisis en profundidad de lo que resultaría de una nueva formación del orden internacional. Esto incluye nuevas fuerzas, cambios de alianzas, y las crisis consecutivas que tendrán un efecto similar al del movimiento de las placas tectónicas en la corteza de la Tierra. El mundo tendrá que pasar por un terremoto diplomático y político.
Por supuesto, esto no va a pasar en cuestión de días, pero está claro que la regresión estadounidense ha llegado a un punto en el que no puede detenerse. Incluso si un futuro gobierno consigue retrasar el declive americano, no podrá revertir la caída actual. Por lo tanto, hemos visto varios intentos de países de extenderse por zonas influenciadas por EEUU, ya que Rusia, China, Francia y otras potencias hacen todo lo posible por presentarse como las alternativas estratégicas ante los varios países regionales envueltos en crisis. La irresponsabilidad de la administración de Trump impulsa estos esfuerzos. Hoy en día, los países que dependían del apoyo de Washington, como Corea del Sur, han empezado a intentar adherirse a alternativas, ya sea formando nuevas alianzas o tomando la iniciativa y lidiando con sus varias crisis.
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A día de hoy, los aliados de Washington sufren en todo el mundo. Este sufrimiento producirá un nuevo reino cuando el mundo decida que es capaz de ignorar a la Casa Blanca a la hora de establecer una postura internacional. La aprobación de Washington sigue siendo esencial para varias crisis internacionales, pero el mundo está más cerca que nunca de ignorar a Washington, liderada por un gobierno que no sabe cómo preservar sus ganancias estratégivas. Tradicionalmente, se llamaba al líder de la Casa Blanca el “Líder del mundo libre”; pero, ¿se librará el mundo de su líder?
Este artículo fue publicado en árabe en Arabi21 el 20 de agosto de 2018.
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