Las Naciones Unidas han advertido de que el temido ataque del régimen sirio contra la provincia siria de Idlib, situada en el noroeste del país, podría provocar el desplazamiento de al menos 800.000 personas. Una cantidad que dobla este número vive ya en unas condiciones muy difíciles.
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Así, la portavoz de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas en Damasco, Linda Tom, ha denunciado que "un ataque podría tener consecuencias catastróficas".
Tom ha añadido: "Tememos que al menos 800.000 personas puedan ser desplazadas y que la cantidad de personas en necesidad de ayuda humanitaria aumente significativamente, por mucho que su número ya sea muy elevado, en caso de que se intensifiquen las hostilidades en este área".
Idlib, enclave situado en el noroeste de Siria junto a la frontera con Turquía, es el último bastión de diversas facciones de la oposición tras su expulsión gradual de numerosas zonas del país. Damasco ha repetido últimamente en numerosas ocasiones que este lugar está en la lista de sus prioridades militares.
En la provincia de Idlib viven alrededor de 2.3 millones de personas. Entre las mismas se incluyen más de 1 millón de personas desplazadas desde otras zonas de Siria, entre las que a su vez se incluye un gran número de combatientes que han rechazado previamente los acuerdos de reasentamiento suscritos por las autoridades sirias con facciones armadas opositoras.