Ambas facciones políticas rivales anunciaron el domingo en Irak que habían logrado formar alianzas capaces de formar gobierno, después de meses de incertidumbre política.
Los diputados dirigidos por el clérigo Muqtada Al-Sadr y por el primer ministro en funciones Haider Al-Abadi han formado una alianza que según aseguran les otorgaría la mayoría en el Parlamento.
Sus rivales, liderados por Hadi Al-Ameri, comandante de una milicia, y por el exprimer ministro Nuri Al-Maliki, respondieron formando otra coalición, que según aseguraron se convertiría en el mayor bloque del Parlamento convenciendo a algunos diputados para convertirse en tránsfugas.
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Ameri y Maliki pertenecen a la facción “pro-iraní”. Abadi es considerado el candidato preferido por EE.UU., mientras que Sadr se representa a sí mismo como a un nacionalista que rechaza tanto la influencia iraní como la norteamericana.
El pleno del Parlamento iraquí, que consta de 329 escaños, se reunirá hoy para elegir a un portavoz y comenzar el proceso de formación de gobierno.
El pasado mes de mayo, los iraquíes votaron en las primeras elecciones legislativas tras la derrota del Daesh. Sin embargo, el controvertido proceso de recuento retrasó el anuncio de los resultados oficiales hasta agosto.
Entre los retos del nuevo Gobierno está la reconstrucción del país tras tres años de guerra con los combatientes del Daesh, así como la necesidad de recalibrar las relaciones con los principales aliados, los archienemigos Irán y EE.UU.
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La incertidumbre que rodea la composición del nuevo Gobierno ha provocado tensiones, en un momento en el que la población está frustrada por el alto desempleo, la carencia de servicios básicos y la lentitud de la reconstrucción tras la guerra con el Daesh.
El recuento del voto retrasó los procedimientos por tres meses, pero los resultados finales apenas difieren de los iniciales: el clérigo populista Sadr mantiene su ventaja de 54 escaños; el bloque de Ameri y sus milicias chiíes es segundo con 48 diputados; el bloque de Abadi es tercero con 42; finalmente, Maliki quedó en quinto lugar con 25 escaños.
La alianza dirigida por Sadr y Abadi incluye 20 listas que en total se hicieron con 187 escaños, según un documento publicado por la agencia estatal de noticias. En estos momentos gozan de ventaja para formar gobierno.
El bloque incluye la lista del vicepresidente Ayad Allawi y la del clérigo chií Ammar Al-Hakim, así como a varios diputados suníes y a otros que representan a las minorías turcomana, yazidí, mandea y cristiana.
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En una rueda de prensa celebrada el domingo, Ameri y Maliki anunciaron que su bloque parlamentario, que consta de 145 escaños, es de hecho el mayor.
Ninguna de ambas alianzas incluye a uno de los dos principales partidos kurdos, de forma que estos quedan posicionados para asumir, con sus 43 escaños en total, su ya tradicional papel como bisagra: cualquier bloque al que se unan contará con una significativa ventaja numérica.
Desde que Saddam Hussein fuera derrocado en la invasión estadounidense de 2003, el poder ha sido repartido en base a bloques étnico-sectarios. El primer ministro iraquí ha de ser siempre un árabe chií, el portavoz del Parlamento un árabe suní, y el presidente, kurdo.
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