Grupos de manifestantes cortaron el domingo varias calles en diversas ciudades de la provincia de Adén, en el sur de Yemen. El origen de las movilizaciones está en la caída del tipo de cambio de la moneda local frente a la extranjera y el alto coste del precio de la vida.
El precio de la moneda local, el riyal yemení, ha caído abruptamente frente al dólar durante los últimos días. Si a mediados del mes de agosto el cambio estaba fijado en 513 riyales por dólar, a últimos de mes el tipo alcanzó los 600 riyales. Ello ha provocado un aumento en los precios de muchos productos, lo que ha provocado la ira de la población.
La agencia de noticias Anadolu ha informado de que los manifestantes han cortado calles importantes quemando llantas y colocando diversos obstáculos de piedra y madera en las ciudades de Mualla, Al-Sheikh Osman, Al-Mansoura, Khor Maksar, Al Shaab y Al Bariqa, bloqueando así el tráfico.
Doble descenso
La ira imperante se ha visto intensificada por un aumento de la tensión en las diversas ciudades de la provincia tras ver una mayoría de la población cómo sus condiciones de vida se complicaban. Mientras activistas de la sociedad civil yemení han llamado a la presidencia y el gobierno a hacer frente a la situación, éstos parecen incapaces de resolver el problema.
La caída en el precio del riyal yemení se ha duplicado desde mediados de agosto de 2018. Ello ha provocado un aumento de los precios que se pagan por los productos importados desde el exterior.
Arabia Saudí intervino en enero pasado para rescatar el riyal yemení y detener su caída, depositando 2.000 millones de dólares en el Banco Central de Yemen, en un momento en el que el cambio con el dólar había llegado a los 480 riales. Sin embargo, esta medida sólo provocó efectos positivos durante un corto periodo de tiempo y la situación ha vuelto a complicarse después hasta un punto no alcanzado en el pasado, con el cambio establecido en 600 riyales por dólar.
Yemen lleva siendo escenario desde hace más de tres años de una violenta guerra entre las fuerzas del gobierno leales al presidente Abed Rabbo Mansour Hadi y que cuentan con el apoyo de una “coalición militar árabe” dirigida por Arabia Saudí, y las milicias rebeldes hutíes, con gran respaldo popular y apoyadas por Irán.
Esta guerra ha dejado tras de sí un empeoramiento de las condiciones de vida y de salud de la población yemení, por la que la mayoría de la misma necesita asistencia humanitaria para sobrevivir.
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