El embajador de EE.UU. en Israel, David Friedman, ha elogiado a la administración del presidente Donald Trump por haber cimentado las relaciones entre EE.UU. e Israel “en un suelo más sólido que nunca,” según informó el diario Jerusalem Post.
Durante una recepción ofrecida en su hogar en Herzliya, Friedman destacó en particular la decisión de trasladar la embajada estadounidense a Jerusalén.
“Bueno, no es EE.UU. quien ha hecho de Jerusalén la capital de Israel. Lo hizo el rey David, hace unos 3.000 años, siguiendo las órdenes de Dios,” declaró Friedman. “Es una sensación genial,” añadió sin embargo el embajador, “que la nación más poderosa y más moral de la tierra haya reconocido de esta manera la primacía de Jerusalén para el Estado de Israel y para el pueblo judío”.
Friedman también argumentó que el Gobierno de Trump ha “acabado con la vaca sagrada y la mentalidad fósil que habían impedido el progreso en el frente palestino”.
“Desde 1994, EE.UU. ha invertido más de 10.000 millones de dólares en ayuda humanitaria para los palestinos,” señaló. “Hemos descubierto que estos gastos no han contribuido a que la región se aproxime a la paz o la estabilidad, ni siquiera un milímetro”.
“Gastar los dólares del contribuyente para financiar ayudas para los terroristas y sus familias, destinar fondos para perpetuar en lugar de mitigar el estatus de refugiado, financiar libros de texto llenos de odio; yo os pregunto ¿cómo añade esto valor a EE.UU. o a la región?” arguyó Friedman.