La Liga Árabe dio ayer la bienvenida a la decisión de Paraguay de dar marcha atrás en el traslado de su embajada de Tel Aviv a Israel.
Said Abu Ali, el secretario general adjunto para asuntos palestinos de la Liga Árabe, elogió la decisión y afirmó que “va en la dirección correcta para apoyar los derechos de los palestinos, y está en armonía con la voluntad internacional”.
También concuerda con las resoluciones al respecto del Consejo de Seguridad de la ONU, agregó.
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En mayo, Paraguay había apoyado la declaración por parte del presidente estadounidense Donald Trump de Jerusalén como la capital de Israel y sus planes de trasladar allí la embajada de EE.UU. La nación latinoamericana, así como otros países dentro de la esfera de influencia estadounidense, anunciaron que emularían el traslado.
Sin embargo, en agosto asumió la presidencia en Paraguay el recién electo Mario Abdo Benítez, que revocó esta semana la decisión. La anulación del traslado de la embajada demuestra que la decisión de EE.UU. sigue dividiendo a la comunidad internacional, y que el apoyo que recibió en un principio parece estarse desvaneciendo.
Israel ha tomado represalias cerrando su propia embajada en Paraguay, mientras que el ministro de Exteriores de la Autoridad Palestina Riyad Al-Maliki ha anunciado que abrirán “de inmediato” una embajada en el país.
Said Abu Ali concluyó que Paraguay debería ser un modelo de comportamiento para el resto de países que inicialmente habían obedecido a la declaración de EE.UU., instándoles a enfrentarse a Israel y a las presiones estadounidenses.
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