Hossam Zamelat, presidente del comité general de la OLP en Washington, ha afirmado que el cierre de la oficina de su organización en la capital de EE UU. "nos impulsa a llevar urgentemente el caso de Israel ante la justicia internacional".
Estas declaraciones han llegado en un comunicado emitido por Zamelat el lunes a una copia del cual ha tenido acceso Anadolu.
En el mismo se señala que "esta decisión no ha sido nada sorprendente, y no hace sino acelerar nuestro impulso de acudir ante el Tribunal Penal Internacional para acelerar la celebración de un juicio a Israel y para que se pongan en funcionamiento todas las herramientas disponibles en el derecho internacional y los organismos internacionales para detener y enjuiciar sus crímenes".
También se menciona que "la decisión de la administración estadounidense viene en respuesta a una solicitud del gobierno israelí al respecto. Como ocurrió cuando se solicitó por Israel el cierre de la Embajada de Palestina en Estados Unidos para dinamitar la relación bilateral entre los dos países".
"Esta cooperación que se da entre Estados Unidos e Israel no socavará nuestros derechos ni hará que se desvanezcan las realidades. Nuestros derechos reconocidos en los foros internacionales no están en venta".
La administración del presidente Donald Trump anunció en noviembre de 2017 su decisión de cerrar las oficinas de la Organización de Liberación de Palestina (OLP) en Washington después de que el presidente palestino, Mahmoud Abbas, exigiera en un discurso ofrecido en la Asamblea General de las Naciones Unidas la apertura por los organismos internacionales competentes de una investigación criminal contra Israel.
Sin embargo el Departamento de Estado de EE. UU. anunció más tarde que permitiría que la misión de la organización continuara trabajando durante otros 90 días, plazo que ha sido desde entonces periódicamente extendido hasta la decisión de cerrarla anunciada este pasado lunes.
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Abbas rechaza tratar con la administración de Trump desde que éste anunciara el 6 de diciembre de 2017 su decisión dereconocer a Jerusalén como capital de Israel y de trasladar la embajada de Estados Unidos allí, efectuada el 14 de mayo.
Abbás ha anunciado en repetidas ocasiones su rechazo al acuerdo que Trump dice va a presentar, el llamado "acuerdo del siglo" y que aún no se conoce. En el mismo “se descartaría negociar la cuestión de Jerusalén y de la población refugiada, se mantendrían los asentamientos israelíes y se le daría a Israel el control de los servicios de seguridad".
Contra el consenso internacional, Israel se niega a evacuar los asentamientos ilegales y a aceptar las fronteras anteriores a junio de 1967 como base para una “Solución de Dos Estados”. Éstas entre otras cuestiones prioritarias para la parte palestina que se encuentran fijadas en Resoluciones Plenarias de la ONU como la situación de la ciudad ocupada de Jerusalén y el retorno de la población refugiada llevan estancando las negociaciones de paz desde abril de 2014.