Llamaron violentamente a la puerta y la echaron abajo, asustando a los niños. Soldados israelíes armados asaltaron la casa y arrestaron a la madre de la familia. No es necesario preguntar por qué, ya que ella es una famosa escritora palestina, y tener una pluma libre en Palestina puede llevar a quien la posea a una cárcel de la ocupación israelí.
La imagen de la detención de la escritora Lama Khater en su casa de Hebrón, al sur de Cisjordania, el 24 de julio, fue desgarradora. Su hijo más joven se agarraba a ella antes de ser arrancado de sus brazos por los soldados israelíes. Una de las personas que se encontraban en el lugar logró capturar en vídeo la terrible despedida.
¿Puede el gobierno de Benjamin Netanyahu proporcionar a este niño palestino una justificación para el arresto de su madre o de por qué no pudo visitarla cuando la familia fue al centro de detención unos días después? El niño era consciente de que su madre estaba cerca, encerrada entre rejas y alambre de espino, pero los soldados no le dejaron entrar.
Esto es lo que le sucedió a Lama Khater, una escritora conocida por sus artículos críticos con las políticas israelíes, los líderes palestinos y las violaciones de los derechos humanos cometidas en el territorio. En sus escritos a lo largo de los años, ha descrito una realidad que no es cómoda para el establecimiento de un "Estado palestino independiente y viable", como prometió el llamado Cuarteto de Oriente Medio. Las autoridades de ocupación han seguido imponiendo hechos consumados graves sobre el terreno cuando lo han deseado; refuerzo de su control con muros y barreras; confiscación de tierras; hostigamiento de civiles palestinos; y campañas de arresto diarias, de las cuales Khater fue esta vez la víctima.
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Khater escribía sus artículos mientras veía los asentamientos ilegales diseminados por Hebrón, un área con una densa concentración de colonos israelíes armados, radicales y violentos, especialmente en el asentamiento de Kiryat Arba, que está plagado de seguidores de corrientes neofascistas. Los colonos establecidos por la ocupación israelí en Hebrón amenazan la vida cotidiana de los palestinos en la ciudad vieja. Siguen destruyendo los famosos viñedos de Hebrón y quemando olivos en la Cisjordania ocupada. Esto sugiere que aquellos que se comportan así tienen un problema psicológico. "Si nos preguntáramos por qué los colonos israelíes insisten en quemar los olivares palestinos todos los años", escribió Khater al respecto, "diría que esto continuará mientras sientan que son extraños en esta tierra, porque nunca heredarán un olivo de cientos de años de un padre o un abuelo, vinculándolos física y moralmente con la tierra, dándole pruebas de su larga y profunda presencia".
Al escribir sobre las políticas opresivas de ocupación ejercidas en Cisjordania, Khater explicó cómo los sucesivos gobiernos israelíes han obligado a los palestinos a vivir en lo que son poco más que las odiadas "homelands" de Bantustan creadas por el régimen del Apartheid en Sudáfrica. Esto fue hecho por los israelíes para asegurar que las comunidades palestinas en los territorios ocupados carezcan de contigüidad geográfica.
Lama Khater no cede a esta realidad; lleva consigo un espíritu revolucionario y rebelde que convirtió sus artículos en una "intifada de palabras". En sus escritos, habla sobre los sacrificios de su pueblo y describe con orgullo la perseverancia de las mujeres y niñas palestinas bajo la ocupación.
La libertad de expresión siguió siendo una preocupación para la autora encarcelada, y en los últimos años ha remarcado cómo la dirección de la ocupación se ha inclinado más a "abandonar muchas de sus máscaras que consideró prudente usar en el pasado, especialmente aquellas relacionadas con sus afirmaciones de permitir la libertad de opinión y expresión". Hoy, asegura, las autoridades de ocupación israelíes creen que las políticas de represión, censura y acoso son más útiles y efectivas para resolver sus conflictos o descargar su frustración desde otras crisis. "La ocupación también cree que ya no hace falta presentar una imagen al mundo sobre su comportamiento democrático, porque todo lo que tiene que hacer ahora es llevar una prueba falsa relacionada con la guerra contra el terrorismo o cometer violaciones y abusos con el pretexto de que combate la incitación al odio. También parece que el mundo no está lo suficientemente preocupado como para examinar la validez o la precisión de estas afirmaciones".
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Khater también critica a la ANP: "[La Autoridad Palestina] está dispuesta a mostrar una imagen delirante de su enfoque con respecto a la reivindicación de derechos y libertades y su pretensión de conquistarlas. Sin embargo, siempre falla en preservar y respetar tales libertades, incluso dentro de sus pequeños límites (...) Nuestro problema con la ANP es mucho más grande que una cuestión de libertades, y la represión que está ejerciendo recientemente es solo un delito a pequeña escala en comparación con el pecado mayor de la cooperación de seguridad con la ocupación israelí, sobre la cual se fundó la propia Autoridad Palestina, y a lo que ha continuado sirviendo en cada etapa y con cada líder".
La audaz y valiente escritora no estaba dispuesta a halagar a la Autoridad Palestina que, en su opinión, se ha convertido en un aparato que desempeña funciones complementarias al servicio del gobierno de Israel. Esta actitud le ha causado problemas para ella y su esposo, Hazem Fakhouri, quien anteriormente ha sido encarcelado por los israelíes. Tales problemas incluyen reiteradas citaciones con los servicios de seguridad de la AP, que son abiertamente leales a la cooperación de inteligencia con sus contrapartes israelíes. El término sofisticado en los Acuerdos de Oslo para esta relación, que provoca la ira de los palestinos, es la "coordinación de seguridad".
Los Acuerdos se firmaron 25 años antes de este arresto de Lama Khater a manos de soldados israelíes. Ella tenía 17 años cuando la pluma se puso sobre el papel para la famosa firma. En el aniversario de este acuerdo, podemos decir que Oslo fue una ilusión masiva vendida a los palestinos de la cual, 25 años después, no han logrado nada más que la perpetuación de la ocupación, la expansión de asentamientos y detenciones continuas, junto con más dictados impuestos por la administración de Estados Unidos que patrocina el "proceso de paz".
Con cada día que pasan los defensores de las palabras en prisión, el problema de la ocupación israelí con su trabajo queda más expuesto. Sus palabras pueden estar en artículos, blogs o poemas. La ruptura de las plumas libres y la negación de la libertad de expresión es una tradición de cualquier estado colonial tiránico que depende de la opresión de la gente, para que su ocupación sobreviva. Todo será en vano, porque el encarcelamiento de Lama Khater expone el miedo a las palabras de Israel, que pueden ser más poderosas que cualquier arma.
Las opiniones expresadas en este artículo pertenecen a su autor y no reflejan necesariamente la política editorial de Middle East Monitor.