“Marruecos y Argelia están dispuestos a cooperar con nosotros, pero necesitan apoyo financiero internacional para proteger sus fronteras,” afirmó ayer el ministro francés del Interior, Gerard Collomb.
En una entrevista con el periódico L’Express, Collomb explicó que Argelia y Marruecos, como “países de tránsito para los inmigrantes que se dirigen a Europa”, se están enfrentando a numerosas dificultades. Es por ello que requerirían de apoyo financiero para ser capaces de controlar la entrada de inmigrantes irregulares.
Haciendo uso de un lenguaje similar al de diversos partidos políticos de corte populista, el ministro hizo referencia a “hordas de inmigrantes ilegales cuyo objetivo es la Unión Europea”. Durante los últimos ocho meses, apuntó, las autoridades del continente han registrado la entrada de 33.795 personas tan sólo a través de la frontera marítima entre Marruecos y España.
“Francia tendrá que cargar con los inmigrantes marroquíes cuyo objetivo mayoritario es la capital francesa, París,” subrayó Collomb.
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El ministro también tuvo palabras críticas para la alcaldesa socialista de París Anne Hidalgo, acusándola de producir un efecto llamada con su discurso pro-acogida y su insistencia en que el Estado proporcione alojamiento a los recién llegados.
“París ha recibido más del 50% del total de solicitudes de asilo en la región,” insistió Collomb.
Uno de los ministros más leales con los que cuenta el presidente Emmanuel Macron, el socialista anunció ayer que el año que viene renunciará a su cartera para aspirar otra vez a su antiguo puesto de alcalde de Lyon. El anuncio de su decisión llega tan sólo un mes después de la dimisión del ministro de Medio Ambiente, Nicolas Hulot, en medio de una fuerte caída de la popularidad de Macron.
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