Un nuevo incidente en el espacio aéreo ruso en cielo sirio ha provocado una crisis peligrosa; esta vez, con Israel.
Hace casi dos años, Turquía derribó un avión de combate ruso en la frontera sirio-turca, causando una crisis política entre ambos países que estuvo a punto de convertirse en un enfrentamiento militar.
En aquella ocasión, la crisis terminó con la disculpa de Erdogan a Moscú, y los dos países empezaron una nueva página en su relación, llegando a un nivel avanzado, en especial en términos de cooperación para resolver la crisis siria.
El incidente de ayer es de mayores proporciones, ya que un avión militar ruso de camino a la base aérea de Khmeimim con 15 personas a bordo fue atacado por misiles que lo derribaron, causando la muerte de los pasajeros. El ejército ruso anunció que había sido atacado por las fuerzas de defensa sirias durante su respuesta a los ataques israelíes contra la ciudad de Latakia. Sin embargo, el comunicado del ejército ruso también afirmó que la responsabilidad era de Israel, debido a que la presencia de sus aviones en cielo sirio puso al avión ruso en la línea de fuego de la defensa aérea siria.
El comunicado se refirió explícitamente al derecho de Rusia a responder. El Ministerio de Exteriores ruso convocó al embajador israelí en Moscú para expresar su indignación y condena hacia el incidente.
Israel ha atacado insistentemente objetivos sirios e iraníes en Siria sin recibir una respuesta directa de las fuerzas rusas estacionadas allí. Israel, por su parte, nunca tuvo interés en atacar las bases militares rusas, y consiguió llegar a un acuerdo respecto a las reglas de enfrentamiento en Siria para evitar una confrontación directa entre ambas partes.
Sin embargo, este incidente ha violado las reglas. ¿Cambiará por completo la situación en Siria?
Israel se aferra a su derecho a atacar a lo que afirma que son objetivos militares iraníes en Siria. Esto no ha provocado nunca una reacción militar de Rusia, a pesar de su constante expresión de descontento por el comportamiento de Israel.
Puede que este incidente suponga una oportunidad para que Rusia restrinja la actividad de Israel en el espacio aéreo sirio y evite más pérdidas para sus fuerzas aliadas, las fuerzas sirias, e incluso las iraníes.
No hay duda de que el gobierno de Netanyahu actuará inmediatamente para contener la crisis con Moscú, e intentará eludir la responsabilidad y culpar al bando sirio. Sin embargo, acabará por tratar de complacer a los rusos, incluso aunque requiera que Israel acepte la responsabilidad del “error involuntario”, para así no entrar con una crisis con Rusia, lo cual obstaculizaría su actividad militar en Siria.
Moscú no desperdiciará la oportunidad de ganar puntos frente a Israel en el campo sirio, pero puede que no le dé mucha importancia a la situación, al igual que hizo con Turquía. La relación ruso-israelí es profunda y compleja, ligada a una red de intereses vitales.
Dicho de otra forma, el incidente del avión ruso no cambiará radicalmente las reglas del juego en Siria, pero obligará a los jugadores a gestionar la competición y la influencia de modo que evite un gran enfrentamiento militar.
A corto plazo, puede que Israel frene sus ataques aéreos en Siria para controlar la ira de Rusia, pero no se comprometerá a esto durante mucho tiempo antes de reanudar su enfrentamiento abierto con Irán.
En cualquier caso, lo sucedido recientemente en los cielos de Siria es un recordatorio de la necesidad de una solución estable para librar a los sirios del fuego de las fuerzas enfrentadas que operan en su territorio.
Este artículo fue publicado en árabe el día 19 de septiembre en Arabi21.
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