Arabia Saudí negó este martes cualquier vínculo con los hombres armados que este fin de semana atacaron un desfile militar en el sudoeste de Irán. En el atentado perdieron la vida 25 personas, la mitad de las cuales eran miembros de la Guardia Revolucionaria.
“Arabia Saudí rechaza y condena las falsas acusaciones difundidas por las autoridades iraníes sobre una supuesta implicación de Arabia Saudí en los acontecimientos que tuvieron lugar en Irán el sábado, declaró un portavoz del ministro de Exteriores.
El lunes el Líder Supremo iraní, el ayatolá Alí Jameneí, anunció que los atacantes estaban a sueldo de Arabia Saudí y de Emiratos Árabes Unidos y prometió que la República Islámica “castigaría con dureza” a los responsables del atentado.
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El vicedirector de la Guardia Revolucionaria también acusó a EE.UU. e Israel de tener conexiones con el ataque, y les amenazó con una respuesta devastadora.
Los archienemigos Arabia Saudí e Irán, ambos superpotencias petroleras, están librando una guerra por la influencia en Oriente Medio, respaldando a bandos enfrentados en los conflictos de Siria, Yemen, Irak y Líbano.
El sábado, varios hombres armados atacaron en la ciudad de Ahvaz un desfile militar anual que conmemora el inicio de la guerra con Irak en 1980.
El ataque ha sido reivindicado por Resistencia Nacional de Ahvaz, un movimiento opositor de la minoría étnica árabe que aspira a crear un estado independiente en la rica provincia petrolera de Khuzestan. El Estado Islámico también ha reivindicado el atentado, aunque ninguno de los dos ha aportado pruebas.
El secretario de defensa estadounidense Jim Mattis rechazó el lunes las amenazas de Teherán, mientras que un alto cargo emiratí ya había desmentido con anterioridad las acusaciones.
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