Algunos colonos israelíes han inundado este martes la aldea beduina de Khan Al-Ahmar con aguas residuales atacando a sus habitantes y provocando enfrentamientos entre los residentes.
Los colonos han llegado desde el asentamiento ilegal israelí de Kfar Adumim, al este de Jerusalén en Cisjordania. El grupo israelí atacó el municipio de Khan Al-Ahmar pero se encontraron con la resistencia de activistas internacionales y locales, apoyados por los residentes de la aldea, según ha informado el diario Palestine Chronicle. Sin embargo, los colonos “se las arreglaron para inundar la zona con aguas residuales antes de que los activistas y los residentes fueran capaces de detenerles”, ha añadido el periódico.
Algunos palestinos de la zona han compartido imágenes de la inundación en redes sociales, donde puede observarse claramente el agua contaminada contra un paisaje tradicionalmente árido.
Khan Al-Ahmar se encuentra en la agenda de demoliciones de esta semana, después de que un tribunal israelí les diera a los habitantes hasta el 1 de octubre para evacuar sus hogares. Se espera que la demolición se produzca en cualquier momento, con el único retraso previsto debido a las fiestas judías que han tenido lugar esta semana.
La demolición ha sido pospuesta en repetidas ocasiones, con apelaciones al Tribunal Supremo de Israel. En agosto, el representante legal de Khan Al-Ahmar, Tawfiq Jabereen presentó pruebas de que el asentamiento no es ilegal para intentar salvarlo de su demolición. No sirvió de nada. Israel sigue determinado a llevar a cabo el desalojo. Todo indica que el plan forma parte de una estrategia más amplía para limpiar el área de aldeas beduinas para continuar con la creación de asentamientos ilegales en la Cisjordania ocupada.
Durante la mañana del pasado miércoles , la radio del Ejército israelí informó de que la Canciller alemana, Angela Merkel, que llegó a Israel el mismo día, había amenazado con cancelar la visita si la demolición seguía adelante. La visita de Merkel ha sido pospuesta en varias ocasiones los últimos 18 meses debido a desacuerdos con la política de acoso a los palestinos.
Organizaciones a favor de los Derechos Humanos han condenado también los planes de demolición. Especialmente Amnistía Internacional que ha subrayado esta semana que destruir la aldea supondría cometer un crimen de guerra. En su informe, Aministía expicaba que:
“Las políticas de Israel de mandar civiles a los territorios palestinos ocupados, destruyendo deliberadamente propiedades y trasladando a la fuerza a palestinos que viven bajo la ocupación, viola la Cuarta Convención de Ginebra y constituyen crímenes de guerra, según lo estipulado por la Corte Penal Internacional.”
Aminstía añadió: “Desde 1967, Israel ha desalojado y desplazado a la fuerza a comunidades enteras y ha demolido más de 50.000 hogares y estructuras palestinas.”
Situado al este de Jerusalén, en la Cisjordania ocupada, Khan Al-Ahmar es el hogar de los beduinos de Al-Jahhalin que son refugiados del desierto de Negev. Los beduinos han habitado en la zona desde que fueron desplazados por el ejército israelí en 1967. Israel se niega a reconocer a la comunidad beduina o a concederle permisos de construcción, una estrategia frecuentemente usada por Israel para calificar como ilegales los asentamientos beduinos.