La Unión de Asociaciones Europeas de Fútbol (UEFA, por sus siglas en inglés) ha prohibido a la televisión pública israelí que emita los partidos de forma que puedan ser vistos en los asentamientos ilegales en la Cisjordania ocupada y en Jerusalén Este.
La Corporación Israelí de Radiodifusión, conocida como Kan, compró el año pasado el derecho de transmitir los partidos preliminares del Mundial y de la Liga europea por el precio de 5,8 millones de dólares. Sin embargo, el contrato de la UEFA afirma que Kan, “únicamente puede retransmitir los partidos dentro de la así llamada Línea Verde, y no en lo que la UEFA define como Territorios Palestinos,” según informe The Times of Israel. Como resultado de esta desavenencia, el contrato permanece sin firmar.
El posicionamiento de la UEFA podría haberse dado a instancias de Catar, cuya cadena de deportes beIN es dueña de los derechos de retransmisión de los partidos de la UEFA en el Norte de África y Oriente Medio, lo que incluye los territorios palestinos ocupados. “La UEFA dijo que era la cadena catarí la que había exigido que los partidos no se retransmitiesen en los asentamientos judíos en Cisjordania,” de acuerdo con el diario Haaretz.
La ministra de cultura y deportes israelí, Miri Regev, reaccionó ayer ante la revelación con las siguientes palabras: “Las organizaciones deportivas no deciden las fronteras del Estado de Israel. La cadena pública israelí, financiada por el público, debe luchar para poner en práctica sus derechos de retransmisión en Judea y Samaria, en lugar de plegarse a las fútiles demandas de la UEFA, que apoya los intentos de socavar la soberanía israelí y trata de deslegitimar al Estado de Israel”.
Regev añadió: “Judea y Samaria [la Cisjordania ocupada] no son negociables. Son parte del Estado de Israel. Por lo tanto, los derechos de retransmisión también deben incluir a los cientos de miles de ciudadanos que viven allí, puesto que no son ciudadanos de segunda,”.
La presencia de colonos israelíes más allá de la Línea Verde –la línea de armisticio impuesta tras la guerra de 1948- es considerada ilegal según el derecho internacional. El artículo 49 de la Cuarta Convención de Ginebra declara que “la potencia ocupante no debe deportar ni transferir parte de su propia población civil al territorio que ocupa”. Dado que tanto Cisjordania, como Gaza, los Altos del Golán y Jerusalén Este están ocupados desde 1967, cualquier asentamiento israelí en estos territorios es considerado ilegal.
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A pesar de ello, Israel ha puesto en práctica una política sistemática de extender los asentamientos, y considera a los colonos ciudadanos israelíes. Según la organización israelí pro derechos humanos B’Tselem, “se calcula que en Cisjordania residen unos 588.000 colonos”. B’Tselem añade que “la tasa anual de crecimiento de la población colona (exceptuando Jerusalén Este) era en 2015 más de dos veces superior que la de la población total de Israel: 4,1% frente a un 2% respectivamente”.
La noticia sobre la prohibición de la UEFA supone un duro golpe para Israel tras los acontecimientos de este verano, cuando la selección argentina de fútbol canceló su partido amistoso con Israel. La retirada se produjo después de que activistas palestinos le pidieran al futbolista argentino Lionel Messi el boicot, argumentando que disputar el partido en Jerusalén legitimaría los intentos de Israel por convertir la ciudad en su capital. La cancelación fue celebrada por el Movimiento por el Boicot, la Desinversión y las Sanciones como “un espectacular gol en propia puerta para Israel”.
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