La primera dama de Estados Unidos, Melania Trump, ha vuelto a crear controversia al llevar un sacalot, considerado un símbolo del colonialismo europeo. La esposa de Donald Trump se encuentra en la primera etapa de su visita por el continente africano.
Melania Trump ha provocado el revuelo general al presentarse de este modo en el Parque Nacional de Nairobi en Kenya, llevando el complemento acompañado de una camisa blanca y pantalones de montar color marrón, una vestimenta que recuerda a la de los colones europeos en África.
El hashtag #FLOTUSinAfricaBingo (El acierto de la Primera Dama de los EE.UU) se ha difundido rápidamente por las redes, con muchos usuarios subrayando las actividades estereotípicas en las que Melania ha podido tomar parte, las cuales proyectan una imagen desfasada.
Tras enfrentarse a las críticas por su polémica elección, inesperadamente, la Primera Dama ha roto su silencio.
“Desearía que la gente se centrara e lo que hago, no en lo que llevo puesto”, ha declarado exasperadamente este sábado frente a los periodistas que la entrevistaban en las pirámides de Giza (Egipto). “Hemos realizado un viaje increíble, estuvimos en Ghana, en Malawi, en Kenya y aquí estamos ahora en Egipto. Quiero hablar sobre esto y no sobre mi ropa”.
“@FLOTUS No queremos tampoco hablar de tu indumentaria. Preferimos hablar sobre el mensaje que mandas con ella”, ha escrito un usuario de Twitter. “El sacalot en África provoca una imagen terrible, ¿te gusta el colonialismo”.
Otros muchos usuarios recordaron otras ocasiones en las que Melania Trump ha levantado polémica con sus accesorios. El pasado junio fue vista llevando una chaqueta con el lema “De verdad, no me importa ¿y a ti?”, mientras volaba a Texas para visitar a los hijos de inmigrantes detenidos en centros de internamiento en la frontera estadounidense. La elección fue condenada públicamente, y muchos medios cuestionaban en sus titulares la veracidad de la distancia física y política que Melania exhibe habitualmente frente a su marido.
El pasado sábado, la mujer del presidente, intentó de nuevo subrayar esa distancia, diciendo a los periodistas que no siempre está de acuerdo con las opiniones de su marido.
“No siempre estoy de acuerdo con lo que tuitea, y se lo digo”, expresó, añadiendo que a veces le pide al presidente que deje el teléfono. “Tengo mi propia voz y mis propias opiniones y es muy importante que exprese como me siento”.
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Cuando la prensa le preguntó a la primera dama qué mensaje quería mandar con su viaje, Melania Trump respondió que quería “mostrar al mundo que nos preocupamos”.
De cualquier modo, el viaje continental de Melania llega en el momento en que la administración Trump está haciendo recortes de hasta el 30% en la financiación a la Agencia de Desarrollo Internacional de los Estados Unidos, y también ha eliminado las ayudas para educación primaria en Malawi.
El presidente Trump, por otro lado, ha calificado el viaje de su esposa como un gran éxito.
“La Primera Dama hizo un trabajo increíble representando nuestro país en África, como nunca nadie antes”, ha declarado este lunes. “Conoció de primera mano a la gente de África, y la quisieron y respetaron en cada sitio al que fue”.