Esta semana aparecieron informes de que la estrella argentina del fútbol, Lionel Messi, tiene programado jugar en Israel en noviembre. Israel TV (ILTV) especuló que el partido – que se libraría entre el equipo de Messi, el Barcelona, y el Atlético de Madrid – sería confirmado en los próximos días. Joy Gavillon, de ILTV, explicó que:
“Las partes interesadas están muy cerca de llegar a un acuerdo. Dos oficiales del grupo Comtec – el grupo a cargo de la organización del evento –, Danny Benaim, CEO de Comtec y su socio, viajaron a España para reunirse con el padre de Lionel Messi y con líderes de ambos clubs para firmar el acuerdo oficial en los próximos días.”
Nos podríamos permitir sentir un déjà vu. Hace sólo cuatro meses, la emoción acerca de la posibilidad de que Lionel Messi jugara en Israel llegó a ser una fiebre. El amistoso entre Argentina e Israel parecía estar listo para seguir adelante hasta que los palestinos empezaron a pedir a Messi que no acudiera, argumentando que disputar el partido en Jerusalén supondría la legitimación de la exigencia de Israel sobre la ciudad como su capital y de la violencia israelí contra los manifestantes palestinos de la Gran Marcha del Retorno en Gaza durante los últimos meses. Atendiendo a este llamamiento, el partido fue cancelado. La leyenda argentina del fútbol Diego Maradona dijo al presidente de la Autoridad Palestina (AP), Mahmoud Abbas: “mi corazón es palestino”.
La cancelación del partido se consideró un “espectacular gol en propia puerta” por Israel y una victoria para el movimiento de Boicot, Desinversiones y Sanciones (BDS). Sin embargo, mientras que, para la mayoría de los israelíes, el incidente no fue mucho más que una oportunidad perdida, para un magnate israelí esto representó mucho más. Las últimas negociaciones para la celebración del Atlético-Barcelona no tienen nada que ver con el fútbol, ni siquiera con llevar a Messi a jugar a Israel – más bien es una oportunidad de arreglar viejas cuentas.
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Hay ciertos actores importantes involucrados en las negociaciones actuales. Tal y como señaló ILTV, el acuerdo es mediado por el Grupo Comtec, una empresa de eventos con oficinas en Tel Aviv, Barcelona, Hong Kong y Shanghái. Comtec fue la empresa responsable de que el “Big Start” del Giro de Italia se celebrara en Jerusalén en mayo, y cuenta con una lista de clientes que incluye a la Municipalidad de Haifa, el equipo de fútbol Maccabi Haifa y la oficina del primer ministro.
El director de Comtec es Danny Benaim, un empresario israelí que, tras la cancelación del partido de Argentina en junio, afirmó que Qatar era responsable de la decisión de los argentinos. El Times of Israel informó de que, supuestamente, “Qatar empujó a Argentina a retirarse del evento y se ha comprometido a cubrir el coste de la compensación que tendrán que pagar los argentinos a la empresa israelí que organizó el partido [Comtec]”. El diario añadió que “además de los 2,2 millones de dólares en daños que los argentinos ya habían acordado pagar, Danny Benaim […] también exigió una suma adicional por los perjuicios causados a los promotores y aficionados”.
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Aunque Benaim está al frente de las negociaciones, en la retaguardia está un magnate con una agenda. Idan Ofer, un empresario israelí instalado en Londres con una fortuna estimada en 3.400 millones de dólares, cuenta con una amplia cantera de inversiones, incluida la operación de una flota de 100 buques de carga de petróleo mediante su empresa Eastern Pacific Shipping. También posee un 53% de las acciones de Israel Corp., la empresa de holding más grande de Israel, con grandes participaciones en empresas subsidiarias de comercio, petróleo y químicos.
Resulta que Ofer también es accionista del Atlético de Madrid. En febrero de 2018, el periódico financiero israelí Globes informó de que Ofer había comprado una participación adicional del 17% del equipo español a través de Quantum Pacific Group, una empresa de holding con sede en Guernsey en la que Ofer posee acciones importantes. Aunque las acciones del Atlético se compraron por una cifra que no ha sido revelada, la base de datos financieros CB Insights la estima en 62 millones de dólares. Globes añadió que, sumando esta cantidad a sus acciones existentes, la participación total de Ofer en el club español ascendería al 32%.
Idan Ofer procede de una familia israelí rica y es hijo del difunto Sammy Ofer, un magnate del comercio israelí cuya riqueza se estimó en 2009 de unos 4.000 millones de dólares. Sammy Ofer era un filántropo entusiasta y donaba dinero a varias organizaciones, incluido el Museo Marítimo Nacional de Londres y un hospital de Haifa. En 2009, Sammy también donó unos 20 millones de dólares para la construcción de un nuevo estadio deportivo en su ciudad natal de Haifa. El estadio recibió el nombre de Estadio Sammy Ofer en honor a su contribución.
Entonces, ¿dónde está programado que se juegue el partido entre el Atlético de Madrid y el Barcelona? En el Estadio Sammy Ofer. ¿Dónde se iba a celebrar el partido original entre Argentina e Israel antes de que el gobierno israelí interviniera y presionara para que se disputara en el estadio de Teddy Kolleck, en Jerusalén? En el Estadio Sammy Ofer.
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Aunque ningún informe ha confirmado la participación directa de Idan Ofer en el proceso de negociación, no hay duda de su interés en que se celebre el partido Atlético-Barcelona. También está claro que estas negociaciones tienen poco que ver con el deseo público de Israel de ver a Messi jugar y mucho con ajustar cuentas. El informe de ILTV afirmó que “originalmente, el Atlético de Madrid pidió jugar contra el equipo nacional israelí, pero no fue posible debido a ciertas regulaciones de la liga española, así que su opción B fue el Barcelona”. Si se hubiera llevado a cabo la primera opción, Lionel Messi no habría sido un factor en la ecuación.
Resulta obvio que Israel no puede permitir que se vea que el BDS ha conseguido impedir que se jueguen los partidos en Israel. Permitir esta victoria sería admitir su derrota. Idan Ofer lleva mucho tiempo perseguido por el espectro del BDS; en 2011 declaró al sitio de noticias en hebreo Calcalist: “Nos estamos convirtiendo en Sudáfrica. Todas las familias de Israel sufrirán el daño económico causado por el boicot y las sanciones. Los mejores percentiles, los miembros de la clase media y, principalmente, las clases bajas.” Retomando la historia, el BDS señaló que, en respuesta a la “amenaza” que suponía, Ofer “celebró una reunión […] para promover la iniciativa de paz de ‘Israel Inicia’, con el objetivo de impedir el crecimiento internacional del movimiento de boicot, desinversiones y sanciones contra Israel.”
La previsión de Ofer fue acertada, ya que, efectivamente, el BDS se ha fortalecido en los siete años pasados desde que hizo estas declaraciones. Israel se siente cada vez más amenazado por este movimiento, y eso se refleja en hasta qué punto está dispuesto a llegar para debilitar su influencia, aunque esto suponga impedir la entrada de activistas del BDS, iniciar batallas legales en tribunales extranjeros o contratar un “seguro” para proteger sus eventos internacionales. Si el partido Atlético-Barcelona sale adelante y Messi llega a jugar en Israel, se considerará como una victoria nacional del bien contra el mal, de Israel contra el BDS, de la justicia. Sin embargo, lo que realmente representará el partido será la fuerza de los intereses empresariales israelíes y la capacidad de ciertas personas poderosas de reducir los acontecimientos culturales y deportivos a poco más que un vehículo para sus intereses personales. Personas como Idan Ofer tienen cuentas que ajustar, y un 1-0 no es una opción.
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