Australia se planteará reconocer a Jerusalén como la capital de Israel y trasladar allí su embajada, anunció hoy el primer ministro australiano.
El estatus de Jerusalén es uno de los mayores obstáculos a la firma de un acuerdo de paz entre israelíes y palestinos. Israel considera que toda la ciudad, incluido el sector oriental que se anexionó durante la guerra de 1967, es su capital.
El pasado diciembre, el presidente estadounidense Donald Trump dio un giro de 180 grados y reconoció Jerusalén como capital israelí, indignando al mundo árabe y a sus aliados occidentales.
En aquel entonces, Australia se negó en firme a seguir los pasos de Trump. Sin embargo, el primer ministro Scott Morrison declaró hoy a la prensa que estaba “abierto” a hacerlo ahora, aunque no por ello dejase de apoyar la creación de un estado palestino.
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“La ortodoxia que ha dirigido este debate considera que plantear la cuestión de la capital es un tabú. Creo que tenemos que desafiar ese planteamiento,” dijo Morrison.
“El sentido de la solución de los dos estados es que haya dos naciones reconocidas, viviendo una al lado de la otra,” añadió. El primer ministro agregó que estaba abierto a la propuesta de Dave Sharma, antiguo embajador de Australia en Israel, de apoyar a Jerusalén oeste como capital de Israel y Jerusalén Este como la de Palestina.
“No hemos tomado ninguna decisión en cuanto al reconocimiento de la capital o al traslado de la embajada (…) Pero al mismo tiempo, estamos abiertos a esa propuesta,” remachó.
En mayo, la embajada estadounidense se convirtió en la única representación diplomática situada en Jerusalén. Guatemala y Paraguay siguieron los pasos de Washington poco después y trasladaron sus embajadas, aunque el mes pasado Paraguay volvió a mover la suya a Tel Aviv. En respuesta, Israel cerró su embajada en Asunción.
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