Amnistía Internacional ha pedido a las autoridades marroquíes que rescindan la condena de Nawal Ben Aissa, una activista de Hirak Rif. Marruecos no se ha pronunciado de momento con respecto a la petición contenida en el comunicado de la ONG.
En febrero, el tribunal de primera instancia de la ciudad norteña de Alhucemas condenó a Ben Aissa a una pena suspendida de diez meses de prisión y al pago de una multa de 500 dirhams marroquíes (unos 45 euros al cambio) por “organizar una manifestación no autorizada, insultar a funcionarios públicos durante el ejercicio de su deber e incitar a la comisión de crímenes o delitos”.
Esta semana está previsto que el tribunal pronuncie una nueva condena por acusaciones similares.
Amnistía Internacional señala en su comunicado que la activista está siendo sometida a “intimidación y acoso continuados por su defensa de los derechos de la gente de las zonas rurales”.
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“Participar en protestas pacíficas y exigir respeto a los derechos humanos no constituye un delito,” afirmó Heba Morayef, directora de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África. “La condena de Nawal Ben Aissa es un claro intento de intimidarla para que permanezca silenciosa y de criminalizar su activismo y su papel en el movimiento Hirak Rif. Las autoridades deben revocar de inmediato la condena y retirar todos los cargos contra ella,” añadió Morayef.
El pasado 26 de junio, el tribunal de primera instancia de Casablanca impuso condenas que van desde un año a veinte de prisión a varios líderes y activistas relacionados con el movimiento Hirak Rif.
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En respuesta a las preguntas de los periodistas, el portavoz del gobierno Mustafa el-Jalfi ha señalado en repetidas ocasiones que “el sistema judicial es independiente y no podemos interferir en sus decisiones”.
Desde octubre de 2016 y durante más de diez meses, la ciudad de Alhucemas y algunas localidades de la región norteña del Rif fueron testigo de protestas que exigían el desarrollo de la región y el fin de su marginalización.
A finales de octubre del año pasado, el monarca marroquí cesó a cuatro ministros por su supuesta negligencia en la implementación de un programa de desarrollo para el Rif.
En agosto, el rey ordenó el indulto de 889 presos –tanto condenados como a la espera de juicio- relacionados con el movimiento Hirak Rif.
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