Un periódico turco informó ayer que uno de los presuntos implicados en la desaparición del periodista saudí Jamal Khashoggi murió en Riad en un “accidente de tráfico sospecho”.
Mashal Saad Al-Bostani, de 31 años y teniente de la Fuerza Aérea Real Saudí, era uno de los 15 agentes saudíes que según Ankara estuvieron implicados en la operación para asesinar al periodista del Washington Post.
Ahora, según varios medios de comunicación turcos, Al-Bostani ha muerto en un accidente de tráfico en Riad, aunque no han podido proporcionar más detalles.
Al-Bostani habría sido identificado como uno de los miembros del escuadrón que tenía vínculos con el príncipe heredero Mohammed Bin Salman. Esta semana, el New York Times había revelado que cuatro de los presuntos asesinos habían sido relacionados directamente por testigos con el equipo de protección personal del príncipe.
De confirmarse las informaciones sobre la repentina muerte de Al-Bostani, la investigación del presunto asesinato de Khashoggi dará otro giro dramático. Un analista político citado por el diario turco Hürriyet aseguraba que el cónsul saudí en Estambul, Mohammad Al-Otaibi, podría convertirse en la próxima víctima de los intentos del príncipe heredero por deshacerse de cualquier tipo de pruebas.
También los servicios de inteligencia estadounidenses están cada vez más convencidos de que Bin Salman ha estado implicado en la desaparición de Khashoggi. Según fuentes citadas por el New York Times, existen cada vez más pruebas que así lo atestiguan, incluida la presencia en el lugar y momento de los hechos de miembros de su equipo personal de seguridad, así como las conversaciones interceptadas en las que funcionarios saudíes debaten posibles planes para detener a Khashoggi.
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