El embajador estadounidense en Israel, David Friedman, afirmó este miércoles que “Soy de derechas, defiendo Israel y no me avergüenzo de ello” y se describió a sí mismo como “militarista”.
Friedman realizó los comentarios durante un discurso durante una reunión de la Asamblea General de la Federación Judía de Norteamérica, que tuvo lugar este miércoles en Tel Aviv. El embajador le dijo al público (formado por 700 delegados judíos de Canadá y Estados Unidos) que:
"Apuesto a que hay personas en esta sala que están en desacuerdo conmigo sobre la política israelí –Soy de derechas, defiendo Israel y no me avergüenzo de ello. Soy un militarista. Así soy.”
Friedman continuó diciendo que su respuesta a las críticas sería: “Valoro su opinión, respeto su punto de vista y, por encima de todo, me alegra que se preocupe, que se preocupe lo suficiente como para expresar una opinión en este tema y que ahora podamos discutirlo”, según informó el Times of Israel.
El diplomático también se dirigió a las divisiones entre los judíos de la diáspora y los de Israel, un tema que ha causado preocupación entre el establishment político israelí. Friedman explicó que es difícil que estas diferencias desaparezcan debido a la “extraordinaria diferencia de perspectivas” que existen, citando el hecho de que “en Israel, para bien o para mal, la política y la religión están unidas” como uno de los puntos de desacuerdo.
El embajador ha sido una figura controvertida desde que asumió el cargo en 2017. Desde el principio ha sido muy claro con su postura pro-Israel. En septiembre descartó la posibilidad de que cualquier administración estadounidense pudiese revertir en el futuro la decisión de reconocer Jerusalén como la capital de Israel. Asimismo, añadió que “No puedo imaginar una situación en la que los Altos del Golán vuelvan a pertenecer a Siria”, refiriéndose a la ocupación del territorio bajo ocupación Israelí desde 1967.
La semana pasada se anunció que Friedman llevaría a cabo la fusión de la embajada estadounidense en Israel con el consulado de Jerusalén (la misión diplomática estadounidense para los palestinos fue degradada tras esto). El Secretario de Estado de EE.UU, Mike Pompeo, afirmó que el movimiento buscaba “mejorar la eficiencia y incrementar la efectividad” , pero fue interpretado por los palestinos como una prueba de que la “administración estadounidense ha adoptado la misma agenda que los colonos israelíes de extrema derecha”. La decisión de Friedman de supervisar la operación fue interpretada como un golpe extra contra los palestinos.
Friedman tiene un gran historial de apoyo a la política de colonización ilegal de Israel, y el pasado mayo sufrió muchas críticas por aceptar una imagen en la que la icónica Cúpula de la Roca había sido reemplazada por un templo judío. El incidente provocó indignación y la universidad Al-Zahar de El Cairo y Hamas denunciaron el hecho como una provocación.
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