Por lo menos 16 personas perdieron la vida ayer en Yemen a consecuencia de un bombardeo que alcanzó a una planta de empaquetado de verduras en la provincia de Hodeidah, según han declarado el personal sanitario y los residentes de la zona.
La coalición dirigida por Arabia Saudí que se implicó en la guerra de Yemen en 2015 bombardea con regularidad a las milicias hutíes, alineadas con Irán. A pesar de que deniega que los civiles sean un blanco intencionado, con frecuencia se producen víctimas.
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El personal sanitario de Bayt al-Faqih, una localidad situada 70 kilómetros al sur de Hodeidah, anunciaron que otras doce personas habían resultado heridas.
Las bombas cayeron sobre una planta de embalaje de verduras en el distrito de Al-Masoudi; las víctimas son empleados que se encontraban en su puesto de trabajo.
Los medios hutíes, por su parte, hicieron referencia a 19 víctimas mortales y a 10 heridos. Los enfrentamientos violentos se han trasladado, según los vecinos de la zona, a los suburbios del sur de Hodeidah, una ciudad portuaria de elevado valor estratégico que las fuerzas pro-gobierno han tratado de arrebatar a los hutíes en una nueva ofensiva lanzada en septiembre.
Un portavoz de la coalición dirigida por Arabia Saudí, el coronel Turki al-Malki, señaló que la alianza está investigando el incidente. “Nos tomamos muy en serio este informe, que será investigado exhaustivamente como lo son todos los informes de esta naturaleza. Para ello recurriremos a un proceso independiente, aprobado internacionalmente. Mientras que la investigación esté en marcha, sería inapropiado proporcionar más información sobre el caso,” comentó.
La coalición en ocasiones admite “errores” de este tipo y se compromete a que los responsables de las muertes civiles rindan cuentas de sus actos.
La alianza se implicó en el conflicto de Yemen después de que los hutíes derrocaran al gobierno internacionalmente reconocido del presidente Abd-Rabbu Mansur Hadi. Más de 10.000 personas han perdido la vida a consecuencia de la guerra. Dos millones de yemeníes se han visto desplazados de sus hogares, y el país –que ya era el más pobre de la Península Árabe- se encuentra al borde de la hambruna.