Un diputado ruso ha solicitado que en la Duma se abra un puesto de shawarmas; no contento con ello, ha precisado que quien se encargue de preparar estos deliciosos tentempiés haya de ser un chef procedente de Siria o, por lo menos, del Cáucaso.
“Es difícil abandonar el puesto de trabajo [para ir a comer], especialmente en invierno. Deberían poner una buena brocheta de carne y traer a los chefs de Siria o del Cáucaso. Estoy seguro de que nadie seguirá yendo al restaurante; todos los diputados estarán haciendo cola para pedir un kebab, ¡os lo digo yo!” declaró Vitali Milonov durante una sesión parlamentaria.
El diputado recomendó que los shawarmas se vendan a 300 rublos la unidad (unos cuatro euros al cambio). “Nuestros sueldos lo permiten. Los precios podrían ir de 250 a 300 rublos,” puntualizó.
Milonov se refirió también durante su intervención a las deficiencias higiénicas de la mayoría de los establecimientos que venden shawarmas en Moscú. Éste amante de los shawarmas advirtió que sería preciso introducir controles sanitarios más estrictos y clausurar los locales que no cumplieran con unos mínimos.