El presidente electo de Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro, ha manifestado la intención de cerrar la embajada palestina en el país amazónico. “¿Es palestina un país? Palestina no es un país, así que no debería tener aquí una embajada,” afirmó Bolsonaro, que el domingo pasado ganó la segunda vuelta de las elecciones con un 55,1% de los votos.
El líder político, un nacionalista de extrema derecha que ha manifestado tendencias e inclinaciones autoritarias y populistas, ha apelado en repetidas ocasiones a su admiración por Israel. “No negociamos con terroristas,” ha llegado a afirmar, desmarcándose del apoyo que habían prestado anteriores gobiernos a la causa palestina.
En 2010, el Gobierno de Luiz Inacio Lula da Silva había reconocido a un estado palestino con las fronteras de 1967, a pesar de la fuerte oposición expresada por Israel.
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Bolsonaro ha prometido dar un giro de 180º grados y de acomodar sus políticas a los deseos del primer ministro israelí Benyamin Netanyahu. Ha anunciado su intención de reconocer Jerusalén como la capital de Israel, mientras que se opone vehementemente a la existencia de un estado palestino.
Aunque la victoria de Bolsonaro ha sido recibida con angustia en Europa, los líderes israelíes la han celebrado. “Estoy seguro de que su elección conducirá a una gran amistad entre nuestras naciones y a un estrechamiento de los vínculos entre Israel y Brasil,” le comunicó Netanyahu en una llamada telefónica. “Aguardo con ilusión su visita a Israel,” añadió.
Por el contrario, las tendencias autoritarias del presidente electo han causado alarma en Occidente. Refiriéndose a los 900.000 indígenas que sobreviven actualmente en Brasil, Bolsonaro llegó a afirmar que “es una lástima que la caballería brasilera no fuera tan eficiente como la americana, que exterminó a sus indios”.
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El presidente electo ha aseverado en otras ocasiones que limitará o eliminará las reservas indígenas en el Amazonas. “Si me convierto en presidente, no quedará ni un centímetro de tierra indígena,” prometió.
Bolsonaro también ha hecho declaraciones a favor de la tortura. Sus comentarios peyorativos contra mujeres, personas de color, extranjeros e indígenas le han valido varias denuncias por incitación al odio.
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