Unas fotos de guardias fronterizos iraquíes matando a un raro oso pardo sirio mientras éste hibernaba se han vuelto virales en las redes sociales y han provocado gran consternación e indignación.
Esta especie de oso, considerada en peligro de extinción por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), recibió muerte en la zona fronteriza entre Irak y Siria tras haber dejado el territorio sirio, previsiblemente huyendo del estruendo y la destrucción de los combates, y después de dirigirse al norte para buscar un lugar donde hibernar durante el invierno.
Agencias de noticias locales publicaron la semana pasada fotos de guardias iraquíes sonriendo junto al cadáver del oso, al que mataron cuando encontraron durmiendo. Activistas defensores de la naturaleza han denunciado que, según las fotos, el oso había recibido un disparo a quemarropa, a pesar de no representar la menor amenaza para los soldados iraquíes.
Si bien muchas razas de osos en la región son hibridaciones de especies sirias y euroasiáticas, el oso pardo sirio es una raza pura autóctona de la región del Medio Oriente. Esta especie de oso se ha extinguido ya en Líbano, Palestina y Jordania, y la escasa población restante sobrevive en la región montañosa que se extiende entre Turquía, Irak e Irán.
En Siria, los avistamientos de este oso son extraños. El último avistamiento de que se tiene conocimiento ocurrió en 2004, a cargo del naturalista Issam Hajjar. El gobierno sirio prohibió en 1969 la caza de este animal en un esfuerzo por proteger a la población restante. La subespecie siria es una de las más pequeñas, con solo 150 centímetros de longitud.
Las fotos de la matanza han provocado amplias protestas en las redes sociales. La mayoría de los internautas han lamentado intensamente la pérdida de este animal, muerto de forma innecesaria.
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"Se encontraba en estado de hibernación antes de que los soldados lo encontraran dormido y estos, en lugar de alimentarlo, cuidarlo y brindarle refugio, lo mataron a sangre fría", ha comentado un usuario.
Los activistas han llamado a las organizaciones defensoras de la naturaleza y la biodiversidad, en particular la UICN, a que garantice que la población de osos restante sea protegida de todas las partes en el conflicto.
Esta no es la primera vez que los animales han sufrido como resultado de la guerra en Siria. En 2017, tres leones, dos tigres, dos hienas y dos osos fueron trasladados a un zoológico en la provincia turca de Bursa cuando el zoo de Aleppo fue abandonado debido a los bombardeos del gobierno.
En Irak, varios animales también murieron en Mosul durante la batalla contra los militantes de Daesh. El año pasado, la organización benéfica internacional de defensa de los animales “Four Paws” coordinó una misión de rescate para trasladar a los últimos animales restantes, un león y un oso, desde el zoológico de Montazah Al-Morour a Jordania.
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