El ministro israelí de Cooperación Regional, Tzachi Hanegbi, justificó ayer la decisión del primer ministro de no lanzar una nueva ofensiva contra Gaza. “Hamás tenía un motivo para atacar,” admitió.
“No es que Hamás actuara sin tener un pretexto. Tenía un pretexto: buscar venganza. Pero fue una venganza menor. En total, con 400 cohetes, lo único que consiguió fue matar a un palestino,” sentenció Hanegbi en declaraciones a la Radio del Ejército.
Cuando su interlocutor le planteó que uno de los cohetes había acertado en una guardería vacía, Hanegbi replicó: “La guardería vacía, siempre se habla de eso. Pero esos 500 ataúdes de jóvenes israelíes que nos llegarían de vuelta si les enviásemos a Jabalaya [campo de refugiados en Gaza] no estarían vacíos”.
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Los comentarios del ministro han desatado la polémica a lo largo y a lo ancho del espectro político israelí.
El domingo pasado, las Brigadas Al-Qassam de Hamás desbarataron una operación de las Fuerzas Especiales israelíes que se habían infiltrado en Gaza para acabar con un militante de la organización islamista. El comandante de la unidad israelí pereció en el choque, y otro soldado resultó herido.