Cientos de combatientes del Daesh se han retirado de una zona escarpada en el desierto suroriental sirio en la que habían resistido durante más de tres meses la ofensiva del ejército regular y de sus aliados. Según los residentes de la zona, los yihadistas que se habían atrincherado en los altos de Tulul al-Safa, al este de la provincia de Suweida, han comenzado a retirarse en los últimos días frente a los tanques del ejército sirio, que avanzan bajo cobertura de los bombardeos.
De acuerdo con las autoridades locales de Suweida, el ejército y sus milicias aliadas habían sufrido graves pérdidas en las últimas semanas al tratar de penetrar en la meseta volcánica, un escondrijo ideal para fugitivos e insurgentes debido a lo escabroso del terreno.
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Los medios estatales sirios afirman, citando fuentes del ejército, que el cerco sobre Tulul al-Safa se ha estrechado. Algunas páginas web oficialistas aseguran que la bandera siria ondea ya junto a una capilla cercana a la zona.
El grupo yihadista, que a lo largo del último año ha perdido la mayor parte del territorio que controlaba en Siria, devastó en Julio la ciudad de Suweida, detonando chalecos explosivos y matando a más de 200 personas.
Todo apunta a que los combatientes han huido hacia el oeste, hacia las ciudades de Al-Hasa y Al-Rahba. Según fuentes con conocimiento de la zona, es probable que muchos se hayan internado en el despoblado desierto oriental.
Mientras tanto, al noreste, la coalición liderada por EE.UU. continúa bombardeando la ciudad de Hajin, al este del Éufrates, el último bastión del Daesh en Siria cerca de la frontera con Irak.
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