La decisión de Airbnb de eliminar de su página cualquier propiedad situada en los asentamientos ilegales fue anunciada justo un día antes de que Human Rights Watch (HRW) publicase un informe sobre la complicidad de la empresa con la ocupación de territorios palestinos.
El informe, titulado “Bed and Breakfast sobre Tierras Robadas: Alojamientos Turísticos en los Asentamientos en Cisjordania” criticaba las políticas de plataformas como Airbnb y Booking.com.
“Las actividades comerciales de Airbnb y Booking.com ayudan a los asentamientos en Cisjordania a obtener beneficios, lo que los hace más sostenibles, facilitando así la transferencia ilegal de ciudadanos israelíes a los asentamientos. En muchos casos, las compañías describen estos alojamientos como si estuvieran situados en Israel, confundiendo así a los huéspedes sobre el lugar en el que se alojarán y ocultando el hecho de que su dinero beneficiará a los colonos”.
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Para la elaboración del informe, HRW investigó 139 ofertas situadas en asentamientos israelíes en la Cisjordania ocupada (sin incluir Jerusalén Este), y descubrió que 17 inmuebles habían sido “construidos sobre territorios que las autoridades israelíes reconocían como propiedad privada de palestinos, pero que había sido ocupado para el uso exclusivo de colonos israelíes”.
“Otros 65 inmuebles están situados sobre terrenos que según Israel son públicos, a través de un mecanismo que con frecuencia incluye lo que en realidad son terrenos de propiedad palestina,” añadió HRW.
La fecha de publicación del informe parece indicar que Airbnb, con su decisión, trataba de limitar los daños a su imagen y a sus beneficios. En un comunicado publicado ayer en su página web, Airbnb afirma: “Hemos decidido que deberíamos eliminar los alojamientos situados en los asentamientos israelíes en la Cisjordania ocupada, que están en el núcleo de la disputa entre israelíes y palestinos”.
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Las autoridades israelíes reaccionaron casi de inmediato a la decisión, restringiendo las operaciones de Airbnb a lo largo del país y tachando a la compañía de racista. El ministro de Seguridad Gilad Erdan afirmó que “los conflictos nacionales existen por todo el mundo, y Airbnb tendrá que explicar por qué eligió una postura política racista contra algunos ciudadanos israelíes”.