Argelia puede enfrentarse a una crisis económica a partir del año que viene si las autoridades no emprenden de inmediato reformas económicas, de acuerdo con un informe publicado esta semana por el International Crisis Group (ICG).
“En ausencia de reformas (…) la crisis económica podría afectar a Argelia a partir de 2019, reforzando las tensiones entorno a las próximas elecciones presidenciales,” reza el informe.
A menos de seis meses de las elecciones, la posibilidad de que el presidente Abdelaziz Bouteflika se presente a la que sería su quinta legislatura sigue dominando la escena política argelina.
Bouteflika, que ha sido presidente desde 1999, y que a sus 81 años ha sufrido de graves problemas de salud en los últimos tiempos, no ha revelado aún su intención. Sin embargo, de acuerdo con el ICG “ganaría con facilidad” en el caso de presentarse a los comicios de abril de 2019.
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Hasta 2014, la situación financiera favorable jugó a favor de Bouteflika. Sin embargo, el declive de los ingresos procedentes del petróleo –el principal recurso de la economía argelina- debido a la caída mundial de los precios de crudo ha obligado a las autoridades a aplicar medidas de austeridad.
Tal y como señala el informe, “las autoridades argelinas son conscientes de que el actual modelo económico ya no es válido, pero encuentran dificultades a la hora de modificarlo”.
“El gobierno argelino pretende únicamente ganar tiempo con una serie de medidas para reducir el gasto presupuestario (…) y con una política financiera que alimenta la inflación,” critica el informe.
A finales de 2017, Argelia decidió no recurrir a los préstamos externos, tomando por el contrario dinero de su Banco Central y acuñando nueva moneda para compensar el déficit. Según los expertos, esta decisión es una causa directa del incremento de la tasa de inflación.
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De acuerdo con el ICG, el gobierno argelino debería “desarrollar una hoja de ruta para la reforma económica”, que pasa por “mejorar la transparencia en las finanzas públicas”.
El gobierno debería también “implicarse en un diálogo inclusivo con los actores económicos y con la sociedad civil, para tratar los retos a los que se enfrenta Argelia y los métodos adecuados para lograr la prosperidad; además, es necesario confiar en las generaciones más jóvenes, puesto que el 70% de la población tiene menos de 30 años”.
El Parlamento argelino aprobó la semana pasada los presupuestos para 2019. Como de costumbre, el 20% irá destinado a programas de asistencia social y a los subsidios de productos básicos como la gasolina, el cereal, el azúcar, el aceite y la leche.
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