El diario israelí Yedioth Ahronoth predijo ayer que el año que viene el reino de Bahréin firmará un tratado de paz con Israel. El periódico citó al rabino Marc Schneier, conocido por sus estrechos vínculos con algunos países árabes: “Los estados del Golfo están apresurándose a establecer relaciones diplomáticas con Israel”.
Schneier es presidente de la Fundación por el Entendimiento Étnico, y ha sido recibido durante los últimos 15 años por los monarcas de Arabia Saudí, Omán, Bahréin y Emiratos Árabes Unidos. El rabino ha manifestado que, desde su punto de vista, Israel establecerá relaciones diplomáticas con los países del Golfo a finales del año que viene.
“Pronto seremos testigos del inicio de una era de intercambios diplomáticos oficiales entre Israel y Bahréin; después le seguirán el resto de países del Golfo,” vaticinó, señalando que “todos los países del Golfo están participando en una carrera por ser el primero en establecer relaciones con Tel Aviv”.
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De acuerdo con el rabino, es “la amenaza iraní la que ha empujado a los países del Golfo a cambiar de postura ante Israel, en vista del enemigo común”, aunque matiza que “los intereses económicos también han desempeñado un papel en el proceso”.
El primer ministro israelí Benyamín Netanyahu afirmó hace poco que espera “grandes sorpresas” en lo que respecta a las relaciones israelíes con los países árabes.
La semana pasada, el ministro de Comunicaciones Ayoob Kara participó en una conferencia internacional en Manama tras recibir una invitación oficial de las autoridades de Bahréin. Yedioth Ahronoth confirmó entonces que la invitación había sido una idea saudí para “observar la reacción de la opinión pública árabe con respecto a la normalización”.
El diario Haaretz ya había descrito al reino de Bahréin como una rueda en el engranaje de la normalización de relaciones entre el Golfo e Israel. Según los analistas, Arabia Saudí y Emiratos están usando a Bahréin, su aliado menor y menos influyente, para experimentar en cuestiones de política exterior.