Marruecos ha instado esta semana a Argelia a responder de forma oficial al llamamiento de Rabat a la apertura de un diálogo directo entre ambos países.
A principios de mes, el rey marroquí Mohammed VI propuso la formación de una comisión para “normalizar” relaciones entre ambos vecinos.
En un comunicado escrito, el Ministerio de Exteriores marroquí lamentó que Argel no haya respondido todavía a la propuesta, subrayando que Rabat “permanecerá abierta y optimista” con respecto al futuro de las relaciones entre ambos países.
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El comunicado también hacía hincapié en que la propuesta no guarda relación con la llamada de Argelia para reactivar la Unión Árabe del Magreb (AMU), sino con la situación actual de las relaciones entre Marruecos y Argelia. Los problemas entre ambos países podrían resolverse a través del diálogo directo, concluía el comunicado.
Ambas naciones son parte de la región del Magreb, que también incluye a Túnez, Libia y Mauritania. Establecida formalmente en 1989 en la ciudad marroquí de Marrakech, la AMU tiene como objetivo la integración económica y política de los cinco estados magrebíes.
La frontera entre Argelia y Marruecos permanece sellada desde 1994, cuando Rabat comenzó a exigir visados a los ciudadanos argelinos después de que se produjese un ataque terrorista. Argelia respondió cerrando la frontera con su vecino occidental.
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Además, Marruecos acusa a Argelia de respaldar al Frente Polisario, que sigue combatiendo al gobierno marroquí en el Sáhara Occidental.