Un grupo de judíos estadounidenses ha demandado ayer a Airbnb en un tribunal federal, acusando a la empresa de alquiler de alojamientos de discriminación religiosa. La semana pasada, Airbnb había decidido retirar de su página unas 200 ofertas de alojamiento situadas en asentamientos ilegales en la Cisjordania ocupada.
Los 18 demandantes, entre los que se incluyen familias israelíes-estadounidenses e individuos que dicen poseer o querer alquilar las viviendas afectadas, acusan a Airbnb de “discriminar” contra los alojamientos de propiedad judía, permitiendo a musulmanes y a cristianos alquilar sus casas.
Según los demandantes, con la eliminación de las viviendas situadas en los asentamientos ilegales, Airbnb ha tomado partido en la disputa sobre el estatus de Cisjordania.
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“No creemos que la demanda vaya a prosperar, pero sabemos que habrá gente que no esté de acuerdo con nuestra decisión y apreciamos su perspectiva,” apuntó Airbnb a través de un comunicado. La denuncia fue presentada en un tribunal federal de Delaware, que como parte de EE.UU. según los demandantes tiene jurisdicción sobre la supuesta discriminación cometida por la empresa, con sede en San Francisco.
“Airbnb ha tomado una decisión basada en la religión y en la nacionalidad sobre quién puede anunciarse,” denunció Robert Tolchin, uno de los abogados de los demandantes, en una entrevista. “Tomó una decisión en EE.UU., diciendo ‘No anunciaremos a los judíos en Cisjordania’. El acceso debería ser igual para todos,” remachó. Los demandantes exigen una indemnización sin especificar, para compensar los ingresos perdidos.
Otra demanda contra las políticas de Airbnb ya había sido presentada en un tribunal de Jerusalén el pasado 22 de noviembre. El caso de Delaware es diferente en el sentido de que los demandantes acusan a la empresa de violar los derechos de estadounidenses, según explica Nitsana Darshan-Leitner, otra abogada del grupo.
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La mayor parte de las potencias mundiales consideran que los asentamientos en territorios palestinos ocupados violan el derecho internacional. Aproximadamente medio millón de israelíes vive en asentamientos en Cisjordania y en Jerusalén Este.
La decisión de Airbnb de retirar de su página los alojamientos situados en asentamientos ilegales afecta solamente a Cisjordania, donde los palestinos cuentan con un autogobierno limitado. La plataforma concluyó que “las empresas no deberían beneficiarse de las tierras cuyos propietarios han sido desplazados”.