La organización médica humanitaria internacional MSF (Médicos Sin Fronteras), ha denunciado que más de 1.000 habitantes de Gaza, convalecientes de heridas provocadas por fuego israelí, están en riesgo de padecer infecciones que podrían provocarles discapacidades permanentes o la muerte.
En un comunicado publicado ayer, MSF explica que "la gran cantidad de pacientes con heridas de bala graves y de alta complejidad están saturando el sistema de salud en Gaza". Por causa de esa saturación sus heridas a menudo no reciben tratamiento, o el que reciben no es el adecuado. Esto podría provocar en muchas personas "discapacidades de por vida, puesto que las infecciones no tratadas implican un riesgo de amputación o incluso de muerte", agregó MSF.
MSF incide también en que esta crisis del sector sanitario de Gaza ha sido causado por la gravedad de las heridas infligidas por la política de Israel de "disparar a mutilar" durante las protestas de la Gran Marcha del Retorno, y por el enorme número de heridos.
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La organización humanitaria ha explicado: “La gran mayoría de los 3,117 pacientes tratados por MSF entre el 30 de marzo y el 31 de octubre de 2018, del total de 5,866 personas que el Ministerio de Salud de Gaza dice que fueron heridos por fuego real, habían sido disparados en la pierna. Alrededor de la mitad sufría fracturas abiertas, y mucha otra gente graves daños en los tejidos blandos.
"Estas son lesiones complejas y graves que no se curan rápidamente", agrega MSF. "Su nivel de gravedad y la falta de tratamientos adecuados en el saturado sistema de salud de Gaza implica que existen altos riesgos de que se den infecciones".
MSF ha subrayado también que esta situación es equivalente a "un tipo de emergencia de atención médica a cámara lenta". Así, la Jefa de Misión de MSF en Palestina, Marie-Elisabeth Ingres, ha afirmado que: "tal cantidad de pacientes con tal gravedad en sus heridas podría saturar y desbordar incluso los mejores sistemas de atención médica del mundo".
Pese a que en Gaza no existe a día de hoy un equipo de diagnóstico adecuado para la detección de ese tipo de infecciones óseas, MSF estima que el 25% de los pacientes operados de fracturas abiertas podrían llegar a sufrir infecciones. Ello representa que más de 1000 ciudadanos gazatís corren este riesgo.
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Para combatir esta crisis MSF ha invitado a las autoridades de Palestina y de Israel a “facilitar el traslado de estos pacientes al extranjero, a otros países de la región y del mundo en los que sus hospitales hayan dado el paso hacia delante de ofrecer fondos y plazas hospitalarias o de rehabilitación”.
El asedio y bloqueo que Israel lleva aplicando desde hace ya más de 11 años sobre la Franja es otro de los factores que sigue privando a los casi dos millones de habitantes de Gaza de un acceso adecuado a la atención médica. Al respecto el jefe del Comité Internacional Popular de Apoyo a Gaza, el Dr. Essam Yousef, ha recordado a principios de este mes que el sector de la salud en Gaza se ha deteriorado a un nivel sin precedentes, añadiendo que el que las instituciones no puedan proporcionar los servicios adecuados y apropiados a la ciudadanía de Gaza "es un problema que no puede ser ignorado".
Otra de las consecuencias de esta crisis es el que muchas veces los pacientes no tienen acceso a medicinas de gran uso e importancia que necesitan. Por ejemplo, el viceministro de Salud, Yousef Abu-Rish, ha revelado en noviembre que el 47% de los medicamentos escasea en la Franja. Y a este problema se suman también los continuos cortes de suministro eléctrico por causa de la escasez de combustible, que provocan que numerosos departamentos o servicios de los hospitales como el de diálisis, cuidados intensivos, cirugía y unidades neonatales, no puedan tratar a los pacientes ni brindarles la atención adecuada.
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Mientras, Israel insiste en agravar aún más esta crisis de salud, al negarse a permitir que los pacientes salgan de Gaza para recibir tratamiento en otros lugares. De acuerdo a un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Israel impidió, sólo en septiembre, que 763 pacientes palestinos abandonaran la asediada Franja para recibir tratamiento. La OMS denuncia también que otras 668 solicitudes presentadas por pacientes que querían atravesar el cruce de Eretz, en Beit Hanoun, controlado por Israel, sufrieron retrasos, "no recibiéndose una respuesta definitiva a las solicitudes hasta la fecha de la cita en el hospital". De estas 668 solicitudes de desplazamiento para recibir tratamientos, 161 fueron presentadas por menores de 18 años.
Se debe recordar que desde que comenzaran en Gaza las Grandes Marchas del Retorno el 30 de marzo de la primavera pasada, marchas pacíficas que se reproducen desde entonces cada viernes y que son reprimidas con fuego real por el ejército de ocupación israelí, los datos ofrecidos por la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHAoPt) de la ONU estiman que 150 palestinos han muerto y otros 21.000 han sido heridos. Pero estas cifras de OCHA solo comprenden el período que se extiende entre el 30 de marzo al 4 de octubre pasados, lo que implica que posiblemente las cifras a día de hoy sean más elevadas.
Por su parte, la organización israelí de defensa de los Derechos Humanos B’Tselem estima que más de 180 manifestantes han sido asesinados y que al menos 31 de entre los mismos eran menores.