Un grupo de manifestantes asaltó ayer la sede del Consejo Presidencial, un órgano del Gobierno de Acuerdo Nacional –el Ejecutivo libio que cuenta con reconocimiento internacional- en Trípoli, la capital del país.
Los manifestantes eran empleados que habían trabajado para empresas extranjeras que abandonaron el país tras la revuelta que derrocó el régimen de Muammar Gaddafi en 2011. Los manifestantes protestaron por no haber recibido sus sueldos en los últimos años. Entre ellos, se encontraban también hombres incapacitados a causa del conflicto, que exigían la dimisión del ministro de Familiares de los Mártires y las Personas Desaparecidas, Naser Jibril.
Las autoridades libias todavía no han hecho declaraciones en relación con el incidente.
El presidente del Consejo, Fayez Al-Sarraj, se encontraba el sábado de visita en Jordania. Al tiempo que arribaba en la capital jordana de Amán, las Fuerzas Especiales libias anunciaban la muerte de uno de sus miembros en un enfrentamiento contra “criminales fuera de control”.
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