Tres importantes sindicatos marroquíes han anunciado recientemente que se retiran de las conversaciones enmarcadas en las rondas de diálogo social que mantenían con el gobierno. Los sindicatos han achacado su abandono al desacuerdo que mantienen con el gobierno en algunos detalles referidos al aumento de los salarios.
La Unión General de Trabajadores Marroquíes (UGTM) ha explicado que se habían retirado de estas conversaciones, que tuvieron lugar el pasado lunes, y que lo hicieron junto al sindicato Unión Marroquí de Trabajadores (UMT) y la Confederación Democrática de Trabajo (CDT).
La Unión Marroquí de Trabajadores, que es el sindicato más grande del país, ha explicado en un comunicado que "la retirada de la mesa de diálogo se ha producido tras observarse durante la sesión de diálogo a la que fue invitado por la presidencia del gobierno el lunes una evidente falta de progresos en las ofertas presentadas por dicho gobierno."
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El desacuerdo principal gira en torno a una propuesta de aumento en los salarios que el gobierno ha estimado en 300 dirhams (30 euros) durante los próximos tres años. Según la Agencia Anadolu, dicha oferta no verifica las expectativas de los grandes sindicatos del país, motivo que les ha llevado a dejar la mesa de diálogo.
El comunicado oficial emitido por los sindicatos describe la oferta del gobierno como "débil" y ha llamado a que se aplique un aumento general de los salarios en los sectores público y privado, una reducción de los impuestos a los trabajadores, y un aumento del salario mínimo, hasta alcanzar los 300 dólares al mes.
El gobierno marroquí ha lanzado un proceso de diálogo social con los sindicatos. Éste ha incluido la recepción brindada por parte del primer ministro, Saadeddine Othmani, a los representantes de los sindicatos en varias ocasiones para buscar la forma de llegar a una solución.
Con el fin de conseguir el acuerdo, el gobierno mantuvo con los líderes sindicales una reunión a principios de noviembre, tras haber fracasado diversas reuniones anteriores.
Hace unos días, el ministro de Trabajo de Marruecos, Muhammad Yatim, ya advirtió de que las conversaciones podrían llegar a un callejón sin salida que podría afectar a todas las partes. Y destacó que el gobierno siempre estará dispuesto a mantener el diálogo con los agentes sociales.