La situación de tensión se recrudece en la Cisjordania ocupada tras los intercambios de disparos que comenzaron el jueves tras asesinar las tropas israelíes a tres ciudadanos palestinos: Saleh Barghouthi, Ashraf Na’alwa y Majed Matir en Ramallah. Los hombres murieron respectivamente en Ramala, Nablús y Jerusalén.
En respuesta a los asesinatos, los palestinos atacaron y asesinaron a varios colonos y soldados israelíes. Las fuerzas israelíes penetraron entonces en Cisjordania en un número aún mayor y cerraron al tránsito muchos de los check-points militares que han desplegado en el territorio ocupado. Algunos fueron completamente bloqueados.
Uno de los tiroteos, en represalia por la muerte de estos tres palestinos, tuvo lugar a dos kilómetros al sur del asentamiento ilegal israelí de Ofra, situado al este de Ramala. Las fuerzas de ocupación israelíes impusieron un bloqueo militar alrededor de Ramala y Al-Bireh, particularmente en sus comunicaciones viales con el norte de los territorios.
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Estos tiroteos coinciden también con diversos ataques llevados a cabo por los colonos israelíes en el norte de Cisjordania y con los esfuerzos que desarrollan las fuerzas de ocupación israelíes para impedir que la población local palestina se proteste y se manifieste en las ciudades de Al-Bireh y Tulkarem.
De forma similar, la ciudad de Nablús, en el norte de Cisjordania, ha sido también testigo de ataques de colonos israelíes contra la población local que han dejado dos ciudadanos palestinos heridos.