Cuatro colonos acusados del homicidio de una mujer palestina en octubre del año pasado fueron liberados ayer de prisión, para quedar bajo arresto domiciliario.
Aisha Muhammad Talal Al-Rabi, de 47 años de edad y madre de ocho hijos, murió después de que los colonos presuntamente lanzaran piedras contra el vehículo en el que viajaba, en las inmediaciones del checkpoint de Zaatara, al norte de Cisjordania. Su marido resultó herido en el accidente.
El 30 de diciembre del año pasado las autoridades israelíes detuvieron a cinco colonos por su implicación en los hechos, aunque debido al secreto de sumario esta información sólo se ha hecho pública esta semana.
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Los servicios secretos israelíes han revelado que los cinco, que estudian en el seminario religioso de Pri Haaretz, en el asentamiento ilegal de Rechelim, fueron detenidos después de que “los servicios de inteligencia les conectaran con la muerte de Al-Rabi”.
“Cuatro han sido liberados después de que se decidiera que la investigación podría proseguir si se encontraban bajo arresto domiciliario u otras medidas restrictivas,” añadió el Shin Bet. La detención del quinto colono ha sido prolongada una semana más.
El presidente palestino Mahmud Abbas condenó el asesinato de Aisha por parte de los colonos israelíes, calificándolo de “crimen vil que no puede quedar sin castigo”.
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