El grupo islamista Hamás, que gobierna la Franja de GAza, ha responsabilizado a Israel de la actual escalada de violencia en el enclave sitiado.
“La ocupación israelí carga con las consecuencias de seguir perpetrando sus locuras contra manifestantes pacíficos y asesinándolos intencionadamente a sangre fría, así como con el bombardeo de los puntos de resistencia,” declaró el portavoz Fawzi Barhoum en un comunicado.
El portavoz añadió que la escalada “no garantizará la seguridad de la ocupación ni de su gente”.
Los cazas israelíes bombardearon tres objetivos en Gaza el sábado por la noche, entre ellos un campo militar de Hamás. El ejército israelí anunció que los ataques se habían producido en respuesta a varios cohetes lanzados desde el enclave palestino. No hubo que lamentar heridos.
Desde marzo del año pasado, más de 250 palestinos han muerto y miles han resultado heridos por fuego del ejército israelí durante las protestas cerca de la valla fronteriza entre Gaza e Israel.
Los manifestantes piden el derecho a regresar a sus hogares y pueblos en la Palestina histórica, de los que fueron expulsados en 1948 con motivo de la expansión del nuevo estado de Israel.
También exigen que Israel ponga fin a los 12 años de bloqueo que sufre la Franja de Gaza, que han hundido su economía y han privado a sus más de dos millones de habitantes de muchas necesidades básicas.
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